UGT
UGT ya incumple siete artículos de su código ético
La actuación de los sindicalistas en el «caso de los ERE» cuestiona la utilidad del manual aprobado en 2012
«No puede ser madera de hombres que engañan a los suyos; por el contrario, lo es de hombres incorruptibles, de hombres que han de dar a los suyos ejemplo de cómo han de cumplir en la lucha». Con esta cita del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados en 1910 comienza el «Código ético de la Unión General de Trabajadores (UGT): compromisos fundamentales del cuadro sindical» que alude al comportamiento que debe regir en el sindicato. Pero desde hace años, especialmente tras destaparse el «caso de los ERE» fraudulentos en Andalucía, se trata de un manual –aprobado el 30 y 31 de mayo de 2012– cuyos artículos se han quedado en papel mojado, en gran parte por la actuación de algunos de sus sindicalistas, pero también porque no hay consecuencia alguna por la imputación de afiliados, algo que ni siquiera se llega a mencionar ni porque tipifica las infracciones. De nada sirvió que Cándido Méndez alardeara a finales del pasado año de los principios reguladores del manual, porque las continuas informaciones sobre su central le han dejado en evidencia. Y es que UGT llega a incumplir hasta siete artículos de su código ético:
«CONOCER LA VIDA DEL SINDICATO»
La falsificación de maletines por parte de UGT-A para un Congreso, que además fueron cargados a las arcas de la Junta de Andalucía puso contra las cuerdas a Cándido Méndez, al menos ante la opinión pública. Lejos de asumir responsabilidades, admitió cierto «descontrol» en la federación andaluza del sindicato y alegó que no tenía por qué tener conocimiento del asunto debido a que su central está muy «descentralizada». Algo que contradice el apartado introductorio de su manual ético, que estipula que «el sindicato y los cuadros sindicales han de realizar un trabajo de comunicación constante con los afiliados y afiliadas y con el resto de trabajadores para que conozcan su trabajo».
«RESPETO Y DEFENSA DE LA DIGNIDAD»
«El cuadro sindical ha de mantener un comportamiento de respeto, promoción y defensa de la dignidad de las personas y de sus derechos fundamentales», dice el apartado número uno respecto a las actuaciones en el sindicato. Pero este diario informó en su edición del 15 de marzo de 2012 que una radio dependiente del sindicato usaba a trabajadores formados sin regularizar su situación laboral, hasta el punto de que un trabajador llegó a ejercer de técnico de sonido durante nueves meses sin cobrar ni un solo euro. Un doble rasero que volvía a dejar en evidencia a UGT.
«COMPORTAMIENTO AUSTERO Y MODERADO»
La falsificación de 700 maletines, el cargo a la Junta de 107 comidas de una manifestación, la presencia de «jamón de bodega» en comidas y hasta mariscadas pagadas con dinero público. Las múltiples informaciones sobre el comportamiento de UGT-A dejan en entredicho el comportamiento de algunos afiliados. Y va en contra, de forma evidente, del artículo 5 de que «el cuadro sindical ha de mantener un comportamiento austero y moderado en sus manifestaciones externas, acorde con el Programa Fundamental de UGT, por lo que ha de evitar usos y actitudes impropias».
«RETRIBUCIONES INJUSTIFICADAS»
Parece evidente que el epígrafe sexto del manual ético no lo han leído algunos afiliados. Éste dice que «para prevenir situaciones en las que pudiera quedar comprometida la independencia de acción del cuadro sindical o de la propia Organización, no aceptará, ni directa ni indirectamente, retribuciones económicas en especie, honorarios, compensaciones o favores injustificados o que honestamente no correspondan». Mercedes Alaya, la juez instructor de «los ERE», todavía busca en cuentas de UGT –y también de CC OO– el dinero en «sobrecomisiones» del fraude, que asciende a 7,64 millones de euros que la Junta pagó a las mediadoras. Y aunque la juez estima que muchos de los sindicalistas detenidos e imputados por los ERE no se enriquecieron personalmente, sí que cobraron para gastos de las centrales sindicales, por lo que ambos sindicatos harán frente a fianzas de responsabilidad civil subsidiaria por los delitos cometidos por sus afiliados.
ABUSO DE PODER
Mención aparte es el caso del ex sindicalista Juan Lanzas. Basta decir que llegó a acumular 13,4 millones de euros por su papel de «conseguidor» en los ERE y «coló» hasta 24 intrusos en los expedientes de regulación fraudulentos, incluidos él y su esposa. Ello, a pesar de que el artículo ocho del código ético de UGT incide en que «se han de evitar actitudes, declaraciones y decisiones que hagan pensar en abuso de poder y/o nepotismo con las personas que mantienen relaciones de parentesco o afectividad íntima».
«COMPROMISO SOLIDARIO»
«El cuadro sindical ha de participar y proponer actividades o campañas solidarias organizadas o patrocinadas por UGT, dando ejemplo de compromiso solidario al resto de trabajadores». Sin poner en duda el objeto de este artículo, sí que resulta llamativo que UGT otorgara el II Premio a la Solidaridad de UGT Sevilla a Antonio Rivas, ex delegado de empleo de la Junta y condenado por idear la «mordida» de los ERE.
«IMPLÍCITA PERCEPCIÓN DE DIETAS»
«La participación en consejos de administración y actividades institucionales en nombre del Sindicato, a veces, lleva implícito la percepción económica de cuantías u otros conceptos. Estos ingresos pertenecen al sindicato (...) Es muy importante que este precepto sea respetado escrupulosamente». Algo que volvió a saltarse la federación andaluza de UGT, al pagar a la cúpula de su Ejecutiva durante los años 2011 y 2012 sobresueldos camuflados como dietas y gastos de desplazamiento.
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