Un camino sin marcha atrás

¿Qué ha cambiado para que ahora España sea vista como un país atractivo para invertir?

El cambio de percepción se debe al esfuerzo colectivo que hemos hecho todos los españoles por reconducir la situación económica. Las difíciles medidas aprobadas hace meses para reducir el déficit y las reformas estructurales en el sector público, el mercado laboral o el sistema financiero han permitido dibujar un panorama más optimista y esperanzador.

Pero quiero llamar la atención sobre un factor que, a mi juicio, ha sido clave para cambiar el sesgo de la situación económica. Se trata del espíritu emprendedor que siempre ha caracterizado a nuestro país y que ahora, como en otras ocasiones, nos ha permitido dar pasos firmes hacia la recuperación.

Es cierto que aún falta mucho por hacer y que no se debe aminorar el ritmo de reformas para conseguir adaptar totalmente nuestro modelo productivo a la nueva realidad. Sin embargo, hay que valorar el camino recorrido hasta ahora por empresas, ciudadanos y Administración Pública que empieza a dar sus primeros frutos a través de una mejora de la percepción general por parte de los inversores internacionales. Estoy convencido de que ese camino no tiene marcha atrás y de que España recuperará en el futuro el lugar que le corresponde en la esfera internacional, como un país solvente que siempre cumple sus compromisos.

Creo que debemos extraer varias enseñanzas de la dura crisis que hemos padecido, de la que aún sufrimos el más negativo de sus efectos, como es el elevado nivel de desempleo. Debemos aprender que es clave en el mundo empresarial mirar al exterior, ya que una empresa con presencia en diferentes mercados es una garantía de fortaleza en tiempos inestables.

También debemos tener claro que bajo la crisis económica se escondía una crisis de valores, motivada por la cultura del «todo vale» que hemos vivido durante los últimos años. Las empresas deben regirse por unos principios éticos y no apartarse de ellos, ya que de la sostenibilidad de su actuación dependerá su viabilidad futura.