Caso Palau
Un constructor admite que falseó facturas del Palau confiado en la honorabilidad de Millet
Un constructor que cargó al Palau de la Música las obras de reforma que realizó en la mansión de Fèlix Millet ha alegado hoy que lo hizo por indicación de los ex responsables de la entidad y que nunca dudó de su legalidad, dado que confiaba en la honorabilidad del expresidente de la institución.
Según han informado fuentes judiciales, Emilio V., administrador de las empresas TRIOBRA y G.P.O., ha declarado hoy durante una hora como imputado por presunta falsedad documental ante el juez que investiga el saqueo del Palau de la Música.
El constructor ha admitido que cargó en concepto de obras en la la institución cultural varias facturas por un valor global de 910.638 euros que, en realidad, correspondían a trabajos realizados en la casa que Millet tiene en L'Ametlla del Vallès (Barcelona).
Concretamente, las obras en la mansión del saqueador confeso consistieron en la construcción de un auditorio junto a la casa, una reproducción a menor escala del edificio del Palau de la Música, cuyo sótano alberga una piscina climatizada.
Emilio V. ha reconocido ante el juez que emitió facturas con conceptos falsos, porque así se lo indicó Jordi Montull, mano derecha de Fèlix Millet y que se encargaba de los trámites relacionados con las obras en la casa del ex presidente del Palau de la Música.
Según el imputado, Montull le indicó que debía facturar al Palau las obras de Millet porque el presidente de la institución cultural iba a cobrarse de esa forma una deuda que la entidad tenía contraída con él.
El constructor ha alegado que no tuvo dudas sobre la legalidad de lo que hacía, al tratarse Fèlix Millet de una persona honorable que había sido galardonada por las administraciones y estaba a punto de recibir la Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona, han añadido las mismas fuentes.
El administrador de TRIOBRA y G.P.O cargó parte de las obras en casa de Millet a la propia Fundació Palau de la Música y otras las facturó al Consorcio del Palau de la Música, entidad que vehiculaba las ayudas públicas que las administraciones destinaban a la institución.
El constructor Emilio V. ya declaró como imputado ante el juez en relación con unas anotaciones -incluidas en la documentación incautada en el Palau- que vinculaban las iniciales G.P.O. al presunto pago de comisiones de la constructora Ferrovial a CDC por la adjudicación de obra pública.
Sin embargo, el juez archivó la causa para Emilio V. después de que un informe de la Agencia Tributaria descartara la relación entre el acrónimo GPO de la documentación intervenida y la empresa G.P.O. Ingeniería que el imputado administra.
La Audiencia revocó después el archivo de las diligencias contra Emilio V., estimando así un recurso de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona que ejerce la acusación popular en la causa, y obligó al juez a tomarle declaración como imputado por una presunta falsedad en documento mercantil.
La Audiencia de Barcelona cree que Emilio V. podría haber incurrido, además de falsedad, en los delitos de apropiación indebida -por prestar colaboración a Millet para el desfalco- y malversación de caudales públicos, dado que el dinero que pagó las obras en la casa de L'Ametlla del Vallès procedía de las administraciones.
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