Política

País Vasco

Urkullu apoya a los «verificadores» en Madrid y ve una provocación que declaren

La Razón
La RazónLa Razón

El lendakari, Iñigo Urkullu, viajó ayer a Madrid para respaldar a los «verificadores» elegidos por el entorno etarra para escenificar un final negociado de la banda terrorista. Hizo justo lo que más convenía a ETA y los partidos políticos que defienden sus intereses en las instituciones, ya que el aval del Gobierno vasco legitima su maniobra para forzar al Ejecutivo español a pagar un precio por el cese de los atentados.

Con su aparición a las ocho de la mañana en el hotel en el que estaban alojados en Madrid los «verificadores», Urkullu dio la imagen de que Ram Manikkalingam, Ronnie Kasrils y Chris Maccabe, citados por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno a las diez, ejercían un trabajo «institucional» y no un encargo de personas próximas a una banda terrorista. La rotundidad del apoyo resultó evidente cuando el lendakari volvió a entrevistarse con los «verificadores» tras su declaración en la Audiencia Nacional.

Iñigo Urkullu consideró «incomprensible» que se les llame a declarar como testigos por actuar de «verificadores» del desarme parcial de ETA, cuando, según dijo, «han estado en otros países como Suráfrica o Colombia haciendo estas mismas cosas». El secretario general para la Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, con un pasado político vinculado a Herri Batasuna, acompañó al lendakari y fue quien realizó declaraciones en nombre del Gobierno vasco. Fernández acusó a los «poderes del Estado» de someter a la sociedad vasca «a un estado de convulsión permanente» en relación con ETA, lo que, según dijo, «no es bueno, ni sano». En línea con el discurso de dos bandos enfrentados, que disuelve la responsabilidad de ETA en sus crímenes, los reproches del secretario general para la Paz y Convivencia del Gobierno vasco a los «poderes del Estado» fueron acompañados de reproches a ETA, a la que también pidió que «reflexione profundamente sobre las consecuencias de dilatar el proceso». Jonan Fernández pidió además a todas las fuerzas políticas que colaboren para «crear un espacio compartido de forma serena y tranquila».El responsable de Paz y Convivencia del ejecutivo vasco respaldó a los «verificadores» señalando que «son profesionales de prestigio que realizan este trabajo de forma desinteresada por impulso ético» y dijo que se trata de un trabajo que, a su juicio, deben seguir haciendo porque pretende el desarme unilateral e incondicional de ETA. Los «verificadores» no esperaban un apoyo tan claro del presidente del Gobierno vasco, por lo que Ram Manikkalingamha agradeció el «coraje» de Iñigo Urkullu y también el respaldo del PSE, dos «avales» públicos que permitieron a Manikkalingam decir que «una gran mayoría de los partidos políticos y actores sociales del País Vasco nos apoyan y ayudan en esta tarea». «La mejor prueba de ello es la presencia en Madrid con nosotros del lendakari».