
Verano
Cómo disfrutar de las vacaciones en familia sin conflictos por la crianza de los hijos
En esta época abuelos, tíos u otros familiares comparten espacio. Esto puede ser una gran ayuda o generar roces

El verano suele ser una época idealizada: redes sociales llenas de familias perfectas, anuncios de resorts paradisíacos y expectativas que rara vez coinciden con la realidad. Las vacaciones en familia pueden ser maravillosas, pero también convertirse en un reto, especialmente cuando surgen diferencias sobre cómo educar a los hijos.
El mito de la familia perfecta en vacaciones
En vacaciones, muchas familias comparten espacio con abuelos, tíos u otros familiares. Esto puede ser una gran ayuda: más manos para cuidar a los niños, repartir tareas y disfrutar de tiempo de calidad. Sin embargo, también puede generar roces cuando aparecen opiniones no solicitadas sobre cómo se está criando a los hijos.
Actualmente, los padres y madres cuentan con múltiples recursos para informarse sobre educación consciente, disciplina positiva o inteligencia emocional. Aunque esto debería ser una ventaja, a veces se convierte en una presión extra que genera estrés, ansiedad y sensación de no estar a la altura.
Diferencias generacionales y conflictos por la crianza
Compartir vacaciones con familiares de otras generaciones implica convivir con costumbres, hábitos y modelos educativos distintos. Muchos comentarios o consejos se dan sin mala intención, simplemente porque forma parte de su forma de entender la educación. Aun así, pueden resultar incómodos o generar tensión si no se gestionan bien.
Claves para evitar conflictos familiares en vacaciones
Para mantener la armonía familiar durante el verano es fundamental establecer límites claros, comunicar de forma asertiva y usar la empatía como herramienta de convivencia. Aquí tienes algunas estrategias prácticas:
Reconoce tus emociones: Detecta qué te hace sentir una crítica y exprésalo de forma calmada.
Haz equipo con tu pareja: Si educáis en pareja, acordad respuestas y límites claros antes de enfrentar comentarios externos.
Pon límites con asertividad: Responde con frases claras y respetuosas como “Entiendo tu opinión, pero nosotros preferimos hacerlo así”.
Valida sin ceder: Agradece la intención y reafirma tu forma de educar: “Sé que antes se hacía de otra forma, pero nosotros nos sentimos cómodos con este método”.
Gestiona los consejos no pedidos: “Gracias por el consejo, si necesitamos más, te lo pediremos”.
Crea un ambiente de respeto y empatía
Para disfrutar de unas vacaciones familiares sin conflictos, la base debe ser el respeto mutuo. La paciencia, la empatía y la comunicación clara son claves para evitar discusiones y fortalecer los vínculos entre generaciones.
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