Psicología

Estamos divorciados y llegan las vacaciones. ¿Cómo lo afrontamos?

Lo más importante es velar por los intereses de los menores

Dejar a los niños fuera de las disputas es vital para su salud mental
Dejar a los niños fuera de las disputas es vital para su salud mentallarazon

El verano está a la vuelta de la esquina y las vacaciones familiares ocupan la mayoría de los pensamientos de muchas familias, sin embargo, si estás pasando por un divorcio y tienes hijos, quizás este verano se plantea de forma muy diferente para todos y te preocupa cómo lo va a asumir tu hijo.

El verano está a la vuelta de la esquina y las vacaciones familiares ocupan la mayoría de los pensamientos de muchas familias, sin embargo, si estás pasando por un divorcio y tienes hijos, quizás este verano se plantea de forma muy diferente para todos y te preocupa cómo lo va a asumir tu hijo. Nuria G. Alonso de la Torre- psicóloga y fundadora de Ayudarte estudio de psicología.

Lo primero que preocupa a las familias cuando deciden separarse es cómo aceptarán la noticia sus hijos, sin embargo, pasado ese primer “bache” es posible que queden algunos obstáculos más cómo las vacaciones o las reuniones familiares. Si antes ya era complicado tener que organizarte, ahora con tu pareja resulta aún más delicado y combinarlo con las actividades de los niños resulta misión imposible.

No obstante, en estas situaciones es cuando se define el tipo de relación que quieres con tu ex-pareja: de colaboración, de amistad, de competencia u hostil. En cualquier caso, las tres últimas generarán mucho estrés y frustración en tu hijo. Lo malo del divorcio no es el divorcio en sí, sino la forma que tenemos de gestionarlo y si tu hijo ve discusiones constantes, críticas o incluso que no sois capaces de dirigiros la palabra, él sufrirá porque las dos personas que más quiere en el mundo no son capaces de tener una relación cordial como tantas veces le tratáis de inculcar vosotros. Por otro lado, si acabas de divorciarte y te vas de vacaciones con tu ex pareja puede que le resulte confuso y albergue la esperanza de que volváis a reconciliaros y en caso de que no sea así, será como pasar otra vez por ese proceso de divorcio. Evidentemente, la relación que establezcáis tu expareja y tú es una cuestión de dos, pero recuerda que dos no discuten si uno no quiere y tú tienes el control sobre cómo te afectan las circunstancias y cómo te comportas. Así que, antes de nada, es importante que recuerdes una serie de claves para que encare el verano de una forma positiva:

Habla con tu expareja sobre cómo vais a enfocar el verano sin tu hijo de por medio. Aunque exista un convenio que regulan estos aspectos, es importante que haya un mínimo de comunicación. Puede que como relación amorosa no funcionara, pero eso no significa para que a nivel educativo no podáis conseguir una relación dónde exista respeto, se tenga en cuenta la opinión del otro y se tomen decisiones conjuntas.

Respeta las opiniones y aprende a ceder: Aunque no siempre estés de acuerdo con tu ex pareja no es necesario que tu hijo lo sepa, desahógate con un adulto sin que tu hijo esté por los alrededores, saber tu verdadera opinión le pondrá en una posición difícil. La clave es que tu hijo no sea el mensajero o sienta que abandona a uno de los dos.

No compitas: Ofrécele unas vacaciones con las que te sientas cómodo, no se trata de luchar con tu ex pareja por quién le va a dar el mejor verano a tu hijo, porque el objetivo es pasar tiempo con él y disfrutar de experiencias distintas. El cariño no se gana con dinero ni poniéndole entre la espada y la pared, sino con tiempo y mucha dedicación.

No tengas miedo ni te dejes llevar por la culpa cuando tomes decisiones: Es fundamental tener en cuenta la opinión de tu hijo, sin embargo, eso no significa que pueda hacer lo que él quiera en todo momento. Es posible que le apetezca irse de campamento o de colonias y que justamente coincidan con las fechas en las que estás con él, ahí tendrás que valorar lo que necesita más que lo que tú deseas. Si en otro momento lo hubieras visto bien y es una experiencia positiva en su desarrollo, no deberías cambiar de opinión. Si por el contrario crees que es una excusa para no pasar tiempo contigo, entonces la decisión debe ser otra.

Sé paciente y respeta tu espacio: En ocasiones, los hijos tienen una mayor conexión con uno que con otro por la forma de ser, los hobbies que os unen... No se trata de hacer comparaciones, sino que descubras que tenéis en común los dos. Además, aunque tengas una excelente relación tienes que ser consciente que es posible que los primeros días esté triste o más distante, pero tienes que dejarle su espacio para que asimile la nueva situación y.

No te lo tomes como algo personal: El peor de todos los escenarios es si tu hijo te dice que no quiere estar contigo, le estás fastidiando un verano genial o te culpa del divorcio. Sin embargo, no consiste en atosigarle con pruebas o con tu punto de vista, solo tú expareja y tú sabeis lo que ha pasado, así que no te justifiques y no trates de darle un montón de razones por las que se equivoca. Si no está preparado para estar todos esos días, trata de buscar alternativas hasta que se vaya acostumbrando a que estéis solos.