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“Las PYMES somos el motor de la economía de un país y a veces resultamos invisibles. Es más habitual oír hablar de los derechos de los empleados o de los abusos de las grandes empresas que del pequeño”

Carmen Montalbán, mujer, madre y empresaria

Carmen Montalbán posa en su centro médico estético
Carmen Montalbán posa en su centro médico estéticolarazon

Carmen Montalbán Cabezuelo, es una de las profesionales de la medicina estética más reconocidas a nivel nacional. En el años 2007 montó su empresa y hoy por hoy tiene ya nueve empleados en plantilla. Está divorciada y tiene una hija de 8 años.

Carmen Montalbán Cabezuelo, es una de las profesionales de la medicina estética más reconocidas a nivel nacional. En el años 2007 montó su empresa con inversión privada y ahorros y hoy por hoy tiene ya nueve empleados en plantilla. Está divorciada y tiene una hija de 8 años.

-¿Cómo es su día a día laboral y compaginado con su hija?

-Tengo un horario completo de 10 a 20h de lunes a viernes. Llevo a mi hija al colegio antes del trabajo y salgo en mis horas de descanso para recogerla y dejarla en casa hasta que llega su cuidadora. Los fines de semana los paso con ella, para mí son sagrados.

-¿Cómo se organiza en el día a día para trabajar? ¿Necesita ayuda?

-Como he dicho antes, necesito que venga una persona a hacer un poco de limpieza y cuide de mi hija hasta que llego de trabajar.

-¿Cree que las pymes o autónomas son las grandes perjudicadas en cuestiones impositivas?

-Sí, siempre lo he creído. Además somos el motor de la economía de un país y a veces resultamos invisibles. Es más habitual oír hablar de los derechos de los empleados o de los abusos de las grandes empresas que del pequeño y mediano empresario que dedica toda su vida a trabajar y a dar trabajo sin enriquecerse, pagando impuestos desorbitados y en el caso de los autónomos, sin apenas derechos

-El hecho de ser madre, ¿le aporta mayor empuje que antes de serlo a la hora de trabajar?

-Sí, para mí es muy importante asegurarle un futuro a mi hija, darle una buena educación, idiomas, sanidad etc.. Desde que soy madre, ella es lo primero en mi vida.

-¿Cree que las mujeres que trabajan siguen teniendo doble carga con respecto a los hombres?

-En mi caso, así es.. y más del doble.

-¿Se ha sentido alguna vez discriminada por ser mujer? ¿Y por ser madre?

-En mi profesión, no. El mundo de la estética ha sido considerado más “de mujeres que de hombres”, aunque supongo que, como a muchas otras mujeres, he soportado el tono disciplente de algunos hombres que me han considerado menos preparada por llevar falda. Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio. Por ser madre, puede que también, pero no sólo por los hombres. a veces las mujeres somos nuestras peores enemigas.

-¿Cree que la maternidad está poco protegida en España?

-No, creo que una mujer desde que se queda embarazada en nuestro país, se encuentra protegida tanto por la seguridad social como por la ley en general, aunque podría ser mejor.

-¿Qué le gustaría que se modificase?

-Horarios de trabajo más flexibles y cortos. Creo que en España se pierde mucho el tiempo. Hay países donde se sale de trabajar a las 6 de la tarde y tienen economías muy superiores a la nuestra. Alemania, por ejemplo. Menos cafés, menos siesta, menos tiempo para comer y más productividad en menos horas. Esa es la clave. También creo que sería bueno fomentar el trabajo desde casa (en mi caso no es posible ya que mi trabajo es presencial 100%) para que, tanto hombres como mujeres puedan compaginar la vida familiar con la laboral.

-¿Qué opina de la “conciliación”?

-Me parece imprescindible. Es arcaico pensar de otra manera. Yo creo en la justicia, no en la superioridad o inferioridad de género. El peso de las labores familiares, en las que incluyo el sustento económico, la educación y cuidado de sus integrantes, el mantenimiento del hogar etc... debe repartirse entre los que puedan hacerlo, incluyendo hijos. Todos podemos aportar y debemos hacerlo, cada uno en lo que pueda. Me encantaría y creo que estamos en el camino de hacerlo, que no se adjudiquen estos papeles según el sexo sino que seamos un equipo de seres humanos que se apoyan y respetan con la libertad de poder elegir hacia dónde dirigen su esfuerzo.

-¿Disfrutó de su baja por maternidad o no le quedó más remedio que seguir trabajando?

-En ese momento no pude disfrutar de la baja. Tuve que compaginar ambas cosas y no fue fácil. Cuándo tu trabajo depende de ti no tienes los mismos derechos que otras mujeres que trabajan por cuenta ajena. O estás o estás.

-¿Se siente culpable por no pasar más tiempo con su hija?

-Culpable no es la palabra. No es culpa mía, sino una elección dentro de un sistema que no te permite otra opción. Pero me encantaría no tener que renunciar a pasar tiempo con mi hija por tener que mantenerla sola.

-¿Cree que en muchas cosas nos han “mentido” a la hora de hablarnos de la liberalización de la mujer que compagina casa, maternidad y un trabajo?

-Tampoco me parece que “mentir” sea la palabra. La situación en la que hemos colocado a la mujer (todos) no es sostenible en los tiempos que corren. Creo que es la ley del péndulo: La mujer pasa de ser sometida a querer hacerlo todo e igualarse al hombre cuando no somos iguales, aunque tenemos los mismos derechos. No hay otro camino. Hay que recorrerlo hasta que sea justo.

Debemos olvidarnos de si somos hombres o mujeres y empezar a valorarnos como personas, cada una con sus capacidades. Por ejemplo, pongamos que viviéramos en una aldea: Saldrían a cazar los que fueran diestros en la caza, cultivarían los que tuvieran conocimientos o pasión por la agricultura, construirían los que tuviesen visión espacial, cocinarían los que dominaran el sentido del gusto, cuidarían de los niños y ancianos los más pacientes etc... fueran hombres o mujeres. A es igualdad debemos llegar pero para eso hay que pasar por tramos difíciles, como en el que está ahora mismo la mujer orquesta.

-¿Le gustaría que en España disfrutásemos de otros horarios más tipo nórdicos?

-Lo he dicho antes, me parece una solución factible y justa. Ojalá llegue pronto.