Sergio Ramos celebra su récord de internacionalidades en su casa, en Cádiz, cerca de Sevilla. Allí, antes de enfrentarse a Malta, recibirá el reconocimiento de todos, de la Federación, de la afición y de sus compañeros. «He pasado mi infancia aquí, tengo buenos amigos, vienen los míos y para mí es un día muy especial», asegura. «Es un premio a todo el trabajo y el sacrificio de tantos años. Y se lo agradezco a la Federación, que haya elegido este escenario porque me siento en casa», reconoce.

El capitán de la Roja se prepara para disfrutar, pero no elude ningún asunto, por complicado que sea. Si le preguntan por la posibilidad de que España juegue en Barcelona, responde. Lo mismo sucede con el horario del clásico. O con Bale. O con la disputa de la Supercopa en Arabia.

Robert Moreno ya aseguró en el momento de anunciar la lista de convocados que le gustaría jugar algún día en su ciudad. «El momento idóneo quizá no lo sea, ya que se ha suspendido incluso un clásico por motivos que están fuera de nuestro alcance. Esperemos que se solucione y el país consiga tener un equilibrio en todos los sentidos y en todas las Comunidades», asegura. «Si hay que ir a Barcelona, ¿por qué no? Es una grandísima ciudad y habrá gente que quiera ver a su selección jugar allí. Representar a tu país siempre es un orgullo, sea donde sea», añade. La Roja jugó su último partido en la capital catalana en 2004, un amistoso contra Perú en el estadio olímpico. Para encontrar el último en el Camp Nou hay que ir mucho más atrás, hasta 1987, en un amistoso contra Holanda con Miguel Muñoz en el banquillo español.

Sergio Ramos se queja del horario del clásico aplazado por los disturbios en Barcelona y que se disputará el 18 de diciembre. El problema llega de la jornada anterior, en la que los azulgrana juegan el sábado a las 16:00 y el Real Madrid, el domingo a las 21:00. Veintinueve horas separan ambos encuentros. «Los únicos perjudicados somos nosotros. Es una pena que el partido no se jugase en la fecha que estaba establecida. No depende de nosotros, pero si los dos equipos jugásemos el mismo sábado no hubiera habido ningún tipo de beneficio para uno o para otro. Salimos nosotros perjudicados», dice con la esperanza aún de que se corrija esa diferencia de descanso. Todavía hay un margen de movimiento para poder modificarlo y espero que así sea. ¿Que no es así?, iremos con la misma motivación para ir a ganar ese partido», asegura.

«A mí lo único que me alegra es decir que ha vuelto a jugar», dice sobre Bale, que se lesionó jugando con Gales y va a reaparecer jugando con su selección. «Son situaciones complicadas. El compromiso es relativo porque cada uno lo valora de manera distinta. Bale es un jugador importante para nosotros y cuanto antes esté con el equipo, mucho mejor. A partir de ahí lo que se plantee la gente de arriba no son cosas nuestras», asegura.

La Supercopa en Arabia fue otro de los asuntos que trató el capitán. «Si sirve para que haya un cambio en el país nos sentiremos orgullosos de haber formado parte de ello», asume Sergio.