
Turismo
Así es la capital termal de Galicia
A lo largo del río Miño, se encuentran algunas de las termas más antiguas y modernas de la ciudad, que combinan tradición, relax y tratamientos de belleza

Ourense, la ciudad gallega con más de 2.000 años de historia, es famosa por sus termas, que han sido aprovechadas desde tiempos romanos. En la actualidad, la ciudad sigue siendo un referente termal, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de disfrutar de baños tanto de día como de noche, en cualquier época del año. Las aguas termales de Ourense no solo tienen un alto valor terapéutico, sino que también brindan una experiencia única, sobre todo cuando se combinan con el entorno natural de la región.
Las termas de A Chavasqueira
Uno de los principales espacios termales de la ciudad es A Chavasqueira, ubicada a orillas del río Miño, muy cerca del espectacular Puente del Milenio. Este conjunto de pequeñas piscinas exteriores, construidas en piedra y rodeadas de vegetación, ofrece aguas hipertermales con temperaturas que rondan los 40°C. Las aguas de A Chavasqueira, de mineralización media y pH 7.82, son fluoradas y provienen de un manantial con una temperatura inicial de 63,6°C. Este espacio, que también dispone de vestuarios, aseos y consignas, es de acceso gratuito, aunque con aforo limitado. Los visitantes deben contar con bañador, chanclas y toalla para poder disfrutar de las termas. La zona también cuenta con aparcamiento gratuito y paradas de bus urbano que facilitan el acceso a los usuarios.
A Chavasqueira tiene una profunda tradición, ya que es conocida históricamente como las “Caldas del Obispo”, debido al Cardenal Quevedo, quien en el siglo XIX ordenó acondicionar las instalaciones para el tratamiento de enfermos. El propio obispo también construyó un templete para su disfrute personal, el cual se conserva en el interior de las termas. Esta zona termal está íntimamente ligada al desaparecido balneario de las Caldas, lo que subraya su importancia a lo largo de la historia de la ciudad.
La estación termal de Outariz
Otra de las estaciones termales más populares de Ourense es la de Outariz, que se inspira en la cultura balnearia de Japón, específicamente en el Onsen. Este lugar de paz y tranquilidad cuenta con 11 termas exteriores y 3 interiores, organizadas en dos circuitos: el Circuito Zen, diseñado para la relajación y meditación, y el Circuito Celta, con aguas más movidas y especial para aliviar tensiones musculares. Los circuitos están equipados con rotenburos, ofuros, chorros de gravedad, jacuzzi y saunas, todo dispuesto en un entorno único con vistas al Miño.
Los visitantes pueden completar su experiencia termal con masajes y tratamientos de belleza como baños aromáticos, chocolaterapia o vinoterapia. Además, la estación de Outariz ofrece un bar con terraza, donde los usuarios pueden disfrutar de refrescos, bocadillos y sushi, lo que añade un toque de gastronomía japonesa a la experiencia termal. El acceso a la estación es exclusivo a través del Tren de las Termas, un transporte único en la ciudad.

Las fuentes históricas de Ourense
Dentro del casco urbano de Ourense, destacan las fuentes termales de As Burgas, situadas en pleno centro histórico. Estas fuentes, cuyas aguas superan los 60°C, se componen de dos manantiales: la “Burga de Abaixo” (del siglo XIX) y la “Burga de Arriba” (del siglo XVII). La leyenda local sostiene que quien toca las aguas de estas fuentes acaba casándose en la ciudad, lo que añade un toque de magia a la visita. Además, en la explanada central hay una piscina termal gratuita, donde los visitantes pueden disfrutar de un baño mientras contemplan los monumentos de la ciudad.
Fuera del centro de la ciudad, a lo largo del río Miño, se extiende la Ruta Termal del Miño, una senda de cinco kilómetros que pasa por diversas zonas termales. Entre ellas se encuentran las termas de A Chavasqueira, Muíño da Veiga y Outariz, algunas de acceso libre y otras de pago, lo que permite a los visitantes disfrutar de un baño relajante en plena naturaleza. La zona es ideal para quienes buscan tranquilidad y bienestar, con un ambiente más natural que en el centro urbano de la ciudad.
Una experiencia única en cualquier época del año
Aunque la temporada alta para disfrutar de las termas es en verano, los viajeros coinciden en que el invierno es el momento más especial para vivir esta experiencia. El contraste entre el frío exterior y las aguas calientes de las termas, acompañados del vapor que emana de los baños, crea una atmósfera única, difícil de encontrar en cualquier otro lugar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar