
Turismo
Así es el monasterio milenario que preside las Fragas do Eume
Fundado en el siglo X, este enclave histórico ha vivido siglos de esplendor y abandono

Enclavado en el Parque Natural de las Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa, el Monasterio de Caaveiro representa un testimonio vivo de la historia, la espiritualidad y el arte en Galicia. Con más de diez siglos de existencia, este cenobio ha resistido el paso del tiempo, atrayendo a visitantes y peregrinos que buscan admirar su arquitectura y sumergirse en la belleza natural que lo rodea.
Un refugio de espiritualidad desde el siglo X
Los orígenes del Monasterio de Caaveiro se remontan al año 934, cuando San Rosendo lo fundó como un lugar de retiro para los anacoretas que buscaban la contemplación en la soledad del bosque. Su ubicación, en la confluencia de los ríos Eume y Sesín, reforzaba su carácter de refugio espiritual. Originalmente, el monasterio perteneció a la orden benedictina, pero en el siglo XII pasó a ser regido por los monjes agustinos, quienes ampliaron sus dominios y consolidaron su relevancia en la zona.

Gracias a las donaciones de reyes como Alfonso III, Fernando II y Alfonso IX, el cenobio alcanzó su máximo esplendor entre los siglos XII y XIII, logrando el rango de Real Colegiata. Sin embargo, con la decadencia monacal en el siglo XVIII y la desamortización del siglo XIX, el monasterio cayó en el abandono hasta que en 1896 Pío García Espinosa lo adquirió y llevó a cabo una restauración parcial.
Entre el románico y el barroco
El monasterio es un conjunto de edificaciones de distintos períodos, destacando la iglesia románica del siglo XII con su característico ábside semicircular, columnas adosadas y canecillos ornamentados. El campanario barroco, una obra del siglo XVIII atribuida a la escuela de Simón Rodríguez, aporta un contraste estilístico notable. También se conservan la casa de los canónigos, antiguas cocinas y almacenes.
A finales del siglo XIX, García Espinosa restauró parte del monasterio y construyó un pabellón almenado, dejando una huella arquitectónica singular. Tras un nuevo periodo de abandono, en 1980 la Diputación de A Coruña expropió el cenobio y comenzó su rehabilitación, permitiendo su apertura al público en 2006.

¿Cómo llegar al monasterio?
Durante el verano y la Semana Santa, debido a la gran afluencia de visitantes, se restringe el acceso en vehículos particulares, por lo que se habilita un servicio gratuito de autobuses desde el Centro de Interpretación del Parque Natural hasta el Puente de Caaveiro.
Para los amantes del senderismo, la ruta más popular es el "Camiño dos Encomendeiros", un recorrido de 5,5 km que sigue el curso del río Eume desde el puente colgante de Cal Grande. Esta ruta permite disfrutar de la exuberante vegetación de las fragas, con tonalidades que cambian según la estación del año, desde el verde intenso del verano hasta los ocres y rojizos del otoño.
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