'Okupación'

Derriban una ‘narcocasa’ en Vigo para evitar que la ‘okupen’

Los propietarios contactaron con la empresa 'Desokupa 24 horas' demoliendo a continuación la vivienda

Imagen de la finca tras la demolición.
Imagen de la finca tras la demolición. La Razón

Hay muchas formas de acabar con los problemas; incluso cuando estos problemas llegan acompañados, como puede ser el caso de la droga o de la ‘okupación’. Dos protagonistas de esta historia, como las dos caras de una moneda que, cosas del azar, siempre sale cruz en Lavadores.

Ahí, en ese barrio de Vigo que cruza la calle Manuel Álvarez, demasiado amplia, en un primer golpe de vista, para el rural de la urbe del que escapa y comunica, uniendo una parte de Bembrive con la eterna Avenida de Ramón Nieto, saben bien cómo gira la moneda. Persistentemente en cruz.

Porque es Lavadores, pese a esa apariencia de Manuel Álvarez, uno de los barrios del menudeo vigués. Cerquita, en la calle Xílgaro, se suceden desde hace tiempo las protestas por lo que llaman el mercado de la droga, un lugar de peregrinación y trapicheo abierto todo el año pese a las continuas denuncias vecinales.

Pero ahí más. Porque también en Lavadores, en la propia Manuel Álvarez, había una casa que terminó por convertirse en ‘narcocasa’ y que, como suele suceder en estos casos, era ‘okupada’ una y otra vez por distintos propietarios. Lo que no suele suceder, sin embargo, es hablar de estos lugares en pasado, como es el caso, puesto que la vivienda ha sido derribada esta semana a petición de los propietarios para evitar precisamente eso: su ‘okupación’.

Entrada a la finca.
Entrada a la finca. La Razón

La casa de la Pexega, así llamaban al inmueble, había ido perdiendo peso con los años, quedándose en los huesos, ofreciendo un deterioro plausible al que suelen estar condenados ese tipo de lugares con ese tipo de inquilinos. Ante ello, los dueños decidieron cortar con el problema de raíz, contactando con Desokupa 24 horas, empresa viguesa especializada justo en eso, en el desalojo por la vía rápida.

Una vez consumado el objetivo quedaba decidir el siguiente paso. Y este ha sido contundente: las máquinas hicieron su trabajo a principios de semana logrando lo que no se había conseguido hasta el momento, que la Pexega deje de estar ‘okupada’.

En una zona de viviendas unifamiliares con jardín, a las que casi todo el mundo accede en vehículo, muchos vecinos no se percataron de tanto movimiento, de un trajín insospechado. Alguno, que prefiere guardar su anonimato, afirma haber visto un par de chicos que no tenían pinta de gran cosa, del mismo modo que acepta que “lo normal era que se buscasen soluciones” ante una casa que “estaba bastante deteriorada”.

Un problema menos para Lavadores, donde el trapicheo sigue, todavía, instalado, y donde la ‘okupación’ también comienza a ser visible. El verano pasado, no muy lejos de la casa derribada, un grupo de vecinos se movilizaba contra los 'okupas' de una vivienda ubicada en la subida al Sello. Problemática que persiste y que les genera malestar e inseguridad. Porque en estos casos, la moneda, caiga del lado que caiga, siempre sale cruz.