Turismo y naturaleza

Este es el pueblo más pequeño de A Coruña: en el corazón de la Costa da Morte y hermanado con Irlanda

Con apenas 7,6 km² y 1.600 habitantes, el lugar aúna siglos de historia con impresionantes paisajes naturales

Vista de Corcubión.
Vista de Corcubión. Ayuntamiento de Corcubión

Situado en el extremo más occidental de Galicia, Corcubión es un enclave único en la conocida Costa da Morte, un área de extraordinaria belleza natural que cautiva por sus paisajes abruptos y su conexión con el océano Atlántico.

Este pedacito de tierra de apenas 7,6 km² y 1.600 habitantes, el más pequeño en extensión de la provincia de A Coruña, se configura a través de las parroquias de San Marcos de Corcubión y San Pedro de Redonda, y se localiza en un lugar privilegiado, al abrigo de su ría, donde combina historia, cultura y naturaleza.

Pero la historia de Corcubión no empezó ayer; se remonta, por lo menos, a la Edad de Hierro, como lo demuestra el castro de Quenxe, un asentamiento costero que pudo formar parte de un sistema defensivo estratégico junto con otros castros de la zona, como los de Fisterra.

En estos enclaves, el mar jugaba un papel crucial, tanto como recurso de sustento como barrera defensiva. Con el paso del tiempo, Corcubión evolucionó hasta convertirse en un importante enclave medieval, siendo un punto de referencia en el Camino de Santiago hacia Fisterra y un puerto clave en las actividades comerciales y marítimas de la región.

Hoy, el pueblo conserva esta riqueza histórica en su arquitectura y toponimia, destacando edificios como el Pazo de los Condes de Altamira, símbolo de su pasado nobiliario, y las numerosas casas blasonadas que salpican su casco histórico, declarado conjunto histórico-artístico en 1984.

Qué ver y hacer en Corcubión

Corcubión es un destino ideal para quienes buscan combinar cultura, historia y naturaleza. Su casco urbano invita a un paseo tranquilo por calles empedradas que permiten descubrir edificios emblemáticos como la Casa Miñones, el Pazo de los Lamas o la iglesia de San Marcos, rodeados de un ambiente marinero que refleja la esencia de esta villa gallega.

A pocos kilómetros del centro, distintos miradores, como el de Cabo Cee, ofrecen unas vistas impresionantes de la ría de Corcubión, con el majestuoso Monte Pindo como telón de fondo y la Isla Lobeira con su faro en el horizonte.

Mirador Cabo Cee.
Mirador Cabo Cee.Concello de Corcubión

Un entorno natural que resulta también perfecto para disfrutar de rutas de senderismo o excursiones marítimas que permiten explorar rincones como el Faro de Lobeira y la playa de Quenxe.

La parroquia de San Pedro de Redonda, con su paisaje rural lleno de hórreos y su imponente iglesia del siglo XII, complementa la oferta de Corcubión. Las rutas que conectan esta parroquia con el núcleo urbano permiten a los visitantes descubrir la diversidad de paisajes que caracterizan la zona, desde la costa escarpada hasta los verdes valles interiores.

Asimismo, para quienes buscan una experiencia diferente, las excursiones en barco por la ría de Corcubión son una opción ideal. Estas rutas, disponibles en temporada alta, ofrecen la oportunidad de conocer desde el mar los lugares más emblemáticos de la costa, como el cabo Fisterra o el Monte Ézaro, brindando una perspectiva diferente de la riqueza natural y cultural de la zona.

Faro de Illa Lobeira.
Faro de Illa Lobeira. Turismo de Galicia

Un vínculo con Irlanda

Asimismo, desde 2017, Corcubión está hermanado con la localidad irlandesa de Ashbourne, un vínculo que resalta sus raíces celtas compartidas. Este hermanamiento fomenta intercambios culturales y turísticos, estrechando lazos entre ambas comunidades a través de eventos y actividades conjuntas centradas en la música, el comercio y la tradición.

Porque a fin de cuentas, Corcubión no es solo un destino turístico; es un lugar que invita a sumergirse en la Costa da Morte, donde el tiempo parece detenerse y cada rincón cuenta esconde su relato.