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Vigo

Guerra judicial a la vista: la 'empresa fantasma' que dinamita el contrato de 82 millones entre España y Uruguay

Un contrato millonario para un astillero gallego, en el aire por una grave acusación de estafa. El Gobierno de Uruguay rescinde la construcción de dos patrulleras alegando una garantía falsa de una "empresa fantasma"

Uruguay.- Uruguay romperá el contrato para la compra de dos patrulleras al astillero vigués Cardama por 82 millones EUROPAPRESS

En el centro de una tormenta diplomática y comercial entre Uruguay y España se encuentra una compañía británica, Eurocommerce Limited. Las autoridades de Montevideo la han señalado como una presunta empresa fantasma, sin actividad real en su domicilio social y, para más inri, en pleno proceso de liquidación. Este hallazgo ha sido la pieza clave que ha hecho saltar por los aires un acuerdo millonario.

De hecho, el descubrimiento sobre la insolvencia del avalista ha provocado la anulación fulminante de un contrato de 82 millones de euros adjudicado al astillero vigués Astilleros Cardama. El encargo, que consistía en la construcción de dos patrulleras oceánicas para la armada uruguaya, queda así suspendido en un limbo legal de consecuencias imprevisibles.

Por este motivo, el Gobierno del país sudamericano, a través de su presidente Yamandú Orsi, no solo ha rescindido el acuerdo, sino que ha calificado la situación de tener "fuertes indicios de estafa". Una acusación de extrema gravedad que ha llevado al ejecutivo a confirmar que emprenderá acciones judiciales tanto en la vía civil como en la penal para dirimir responsabilidades.

La defensa del astillero gallego ante la crisis

Por su parte, la dirección de Astilleros Cardama ha rechazado de plano cualquier tipo de irregularidad en su proceder. La empresa española defiende la legalidad de todas sus actuaciones y recalca que la propia garantía de Eurocommerce Limited, ahora en el punto de mira, la garantía fue validada en su momento por las autoridades uruguayas. El astillero se muestra dispuesto a defender su reputación ante lo que considera una decisión unilateral.

Asimismo, la anulación del contrato se produce en una fase muy avanzada del proyecto, lo que complica todavía más el panorama. El trabajo en las gradas de Vigo ya había dado como resultado el 60% del casco de la primera de las dos patrulleras, una inversión material y humana considerable que evidencia el grado de cumplimiento por parte de la compañía gallega.

Ante este escenario, y con cerca de 30 millones de dólares ya percibidos del total del contrato, el director del astillero ha confirmado que viajará próximamente a Uruguay. El objetivo de este desplazamiento es intentar reconducir la situación en persona y buscar una salida negociada que evite una larga y costosa batalla en los tribunales internacionales.