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“No nos van a molestar”: una pareja se hace viral al estrenar vacaciones en Galicia junto a los muertos

En plena Ribeira Sacra, un paraíso de monasterios, viñedos y silencio, su ventana daba al único lugar aún más tranquilo: un cementerio

Vista panorámica del Cabo do Mundo, en Ribeira Sacra
Vista panorámica del Cabo do Mundo, en Ribeira SacraXunta de Galicia

Lo que comenzó como una escapada rural en busca de tranquilidad ha terminado convirtiéndose en uno de esos vídeos virales que nos acompañan cada verano. Una pareja había reservado unos días de desconexión en la Ribeira Sacra, una de las zonas más serenas y turísticas de Galicia. Pero al llegar a su alojamiento y abrir la ventana del dormitorio, descubrieron que sus vecinos más cercanos no eran otros huéspedes… sino las lápidas de un cementerio situado justo a los pies de su habitación.

Lejos de alarmarse, grabaron un breve vídeo en el que muestran con humor la escena. “Lo que más me gusta es que los vecinos no nos van a molestar”, bromea él mientras enfoca las cruces de piedra desde la ventana. Una publicación que no ha tardado en extenderse por redes sociales, despertando miles de comentarios entre la risa, la sorpresa y el amor por lo insólito.

Muchos usuarios ensalzan el tono de humor con el que la pareja comparte la experiencia, convirtiendo lo que podría haber sido una decepción turística en una anécdota. Otros, en cambio, se muestran fascinados por el contraste entre la promesa de “paz rural” y un descanso literalmente junto a los muertos.

En cualquier caso, la historia sirve, una vez más, para destacar las bondades de la Ribeira Sacra, ese rincón de Galicia donde la espiritualidad, la historia y la belleza natural se mezclan casi sin querer.

Un paisaje sagrado… y viral

A fin de cuentas, la Ribeira Sacra es una experiencia que nace de la unión de los ríos Sil y Miño, en un territorio que une las provincias de Lugo y Ourense. Allí, entre cañones, bosques y laderas, se esconden algunos de los paisajes más espectaculares de España.

Una tierra de monasterios medievales, de los que toma su nombre “sacra”, como el de Santo Estevo de Ribas de Sil, Santa María de Montederramo o San Pedro de Rocas, el más antiguo de Galicia, excavado directamente en la piedra. Se trata de construcciones que emergen entre la niebla o entre viñedos, en un territorio que invita al recogimiento y a la contemplación.

Precisamente esos viñedos, colgados en bancales imposibles sobre el Sil, dieron origen a uno de los vinos más célebres de Galicia: el tinto Amandi, que durante siglos se reservaba en exclusiva para el Papa. Esta tradición vitivinícola ha perdurado y hoy forma parte de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, cuyo cultivo sigue requiriendo un esfuerzo casi heroico.

La zona ofrece también rutas en catamarán por los cañones del Sil, miradores de vértigo como el Balcón de Madrid, el Bidueiral de Montederramo o senderos que atraviesan parajes de biodiversidad única. Y para quienes buscan empaparse de cultura popular, fiestas como la Feira do Viño de Amandi, el Folión de Carros o la Festa das Fachas son auténticos tesoros etnográficos.

También hay espacio para lo artesanal: la alfarería de Gundivós y Niñodaguia, elaborada con arcillas locales en hornos tradicionales, sigue viva y encandila a quienes visitan la zona. Y en cuanto a patrimonio, destacan el túnel romano de Montefurado, las mámoas de As Cabanas o los castros de Candaz, testigos de un pasado de otra época.