Gastronomía

Sacha Michaud: “Los grandes cocineros no conocían el trabajo que conlleva la entrega de comida a domicilio”

Hablamos con Sacha Michaud, cofundador de Glovo, una de las empresas líderes en el sector del “delivery”, para que nos cuente cómo evoluciona esta app española, ante la situación que vivimos

Sacha Michaud es el cofundador de Glovo
Sacha Michaud, cofundador de Glovo, habla para LA RAZÓN sobre la situación en la que se encuentra el sectorSacha MichaudGastronomía

Numerosos restaurantes se han apuntado al servicio de “delivery” y de “take away” para facturar algo durante el confinamiento, provocado por el Covid-19. Incluso, grandes cocineros, antes reacios, a elaborar cocina para llevar han ideado conceptos independientes a su restaurantes para salir del paso y lidiar esta crisis. Hablamos con Sacha Michaud, cofundador de Glovo, una de las empresas líderes en el sector del “delivery”, para que nos cuente cómo evoluciona esta app española, ante la situación que vivimos. Honest Greens, Casa Dani, Lateral, Alboroto Experience, Casa Paco, José Luis, Marieta, Habanera, La Mordida y Arzábal, en Madrid, y Petit Comité y Hideki Koy Shunka, en Barcelona, son algunos establecimientos que cuentan con la aplicación para acercarnos a casa nuestras recetas preferidas.

-¿Cómo ha afectado a Glovo esta crisis sanitaria, provocada por el coronavirus?

-Durante el confinamiento hemos seguido operando al ser catalogados como un servicio esencial con un protocolo de cero contacto entre las partes: entre el comercio y el repartidor y entre éste y el cliente final.

-En cuando estalló el estado de alarma aplicaron una estrictas medidas higiénicas, ¿verdad?

-Por supuesto, hemos establecido unos protocolos adaptados a lo establecido por Sanidad. Desde el primer momento, Glovo trabajó para que todas las partes pudieran seguir las medidas, incluidos los repartidores que colaboran con nuestra plataforma, y hemos ido repartiendo entre ellos más de 133.000 mascarillas, más de 70.000 guantes y muchísimos kilos de líquido desinfectante.

-En cuanto a las tendencias de los usuarios. ¿Qué pedidos han aumentado durante este confinamiento?

-Hemos notado una subida enorme de pedidos de primera necesidad del supermercado. Nosotros estamos en 22 países y sobre todo España, Italia, Francia y Portugal en los que se cocina mucho en casa, por cultura, es donde más se ha notado el aumento de estos pedidos de market, mientras que en otros como Ucrania, Rumanía o Georgia, menos, ya que su gente es más reacia a la cocina y han preferido seguir pidiendo de restaurante.

-Entonces, ¿yo puedo pedir un Glovo con mi compra?

-Claro, a través de la app. Tenemos diferentes “partners” para efectuar la compra de conveniencia -pequeña-. Desde marcas especializadas, productos de pequeños comercios especializados, como fruterías, tiendas de vino, y grandes superficies, entre ellas, Carrefour, con el que ya trabajábamos, o DIA, que se ha sumado ahora. Desde nuestra fundación hace cinco años ya apostamos por la multicategoría. Por ejemplo, Farmacia en esta época es otra de las que más han subido por lógica.

-El “delivery” ha sido un gran alivio para numerosos negocios hosteleros.

-Al principio, cerca de un 70 por ciento de los restaurantes cerraron y la demanda de comida a domicilio bajó. Pero los que apostaron por seguir dando este servicio aumentaron sus pedidos, hasta un 90%. Luego, ha ido evolucionando. Se han incorporado nuevos restaurantes -750- que han iniciado sólo su actividad con un servicio de “take away” y “delivery” y otros que hasta ahora no les interesaba el “delivery” o no estaban en la plataforma y se han dado cuenta de que es una manera de facturar. Somos como un “salvavidas” para las pymes, ya sean negocios de barrio o de restauración. En este sentido, hemos duplicado el número nuevas altas en el último mes.

-Glovo nos ha reeducado. Al principio la mayoría creíamos que sólo podíamos disfrutar en casa pizzas o hamburguesas. Fast food en general.

-Cierto es que siempre han existido restaurantes de calidad con este servicio, pero eran los menos. Ahora, durante esta crisis se han apuntado establecimientos emblemáticos, que sirven un producto con una historia detrás, como José Luis, y también incluso cocineros con estrella Michelin han apostado por nosotros. Los grandes cocineros no conocían el trabajo que conlleva la entrega de comida a domicilio. Quieren controlar cada momento del proceso y obviamente, como no tienen experiencia, quieren comprobar que, realmente, el pedido llega bien a su destino. Muchos de ellos han adaptado sus procesos para que esto ocurra y se están animando.

-Y, ¿cómo garantizas que llega la comida en perfecto estado?

-Gracias a la tecnología. En todo momento controlamos el proceso. Desde el instante en que el cliente hace el pedido, nosotros ya lo detectamos y estimamos cuánto tiempo va a tardar el cocinero en preparar el plato. Lo sabemos porque nos lo indica el restaurante y porque vamos aprendiendo gracias a la tecnología y a los hechos del pasado que quedan registrados. También, el sistema busca el mejor repartidor para un pedido en concreto, según donde se encuentre por su pedido anterior, de tal manera que no tenga que esperar el plato preparado.

-El packaging juega un papel importante.

-El packaging es fundamental para mantener la experiencia. Piensa que entra por los ojos y cuando llegue a las casas debe provocar una buena impresión. Es lo primero que ve el cliente al abrir las bolsas de Glovo. Es imprescindible para un tipo de restaurantes top y para los grandes cocineros. Además, contamos con una tienda propia en la que suministramos un packaging cien por cien sostenible, aunque no obligamos a que usen nuestros envases, pero sí les insistimos en que los empleen sostenibles.

-Otra ventaja es que gracias a vosotros los restaurantes adquieren visibilidad, algo fundamental en estos momentos.

-Contamos con una base de clientes muy grande en todas las ciudades en las que operamos. Somos una herramienta de marketing. Les posicionamos dentro de la ciudad y les contactamos con cientos de miles de clientes desde el primer día. Incluso, trabajamos con restaurantes con su propio “delivery” y “take away”, porque también ofrecemos la opción de pedir comida a un restaurante, Glovo lo compra, lo paga por adelantado y te lo lleva a casa, hay un botón llamado "Quiero" donde puedes pedir lo que quieras de cualquier establecimiento en tu ciudad.

-¿Notáis las tendencias gastronómicas?

-Sí. Por ejemplo, la comida saludable es el segmento que mas crece, es decir, la gente pide ensaladas, pescado fresco, poke... La oferta del restaurantes como Honest Green es pura tendencia.

-Incluso, nos hemos acostumbrado a pedir favores a Glovo.

-Sí, a quien nos llama para recoger unos zapatos, llaves o el móvil que se ha dejado en casa de un amigo, por ejemplo, y que se lo llevemos a su casa.

-Y, dime, ¿qué pedidos curiosos habéis realizado durante esta cuarentena?

-El traslado de “tuppers” de comida entre casas dentro de una misma ciudad. Por ejemplo, los de una madre para su hija. Los llevamos nosotros, ya que la gente tiene que salir lo justo de casa. Ahora que no viajo salgo a hacer “glovos” muchas noches para participar en el proyecto “Glovo Care” en el que el dinero recaudado del reparto va destinado a varias ONG y el otro día lleve el pastel que había hecho señora a su madre, porque era su cumpleaños.

-¿Cuando volvamos a la nueva normalidad llevaréis los “tuppers” de los cocineros a las oficinas?

-Sí, ya lo comenzamos a hacer antes. Numerosos chefs han visto la oportunidad de ofrecer menús al mediodía a las empresas a grupos de trabajadores.

-Por último, cuéntame cuál es vuestra particular lucha contra el desperdicio alimentario.

-Ya desde antes de la crisis, comenzamos en Barcelona, ciudad que nos vio nacer, con el proyecto de recoger el excedente de comida de numerosos restaurantes y los repartimos a varios comedores sociales y ONGs. Nuestra intención es escalarlo a nivel nacional. En Glovo hemos creado una división de responsabilidad social para tender nuestra logística y ayudar a cubrir necesidades y carencias de los sectores más vulnerables.