Gastronomía

Enrecoletos, mucho más que cocido

El nuevo restaurante de la familia Verdasco apuesta por una cocina tradicional honesta

Destaca el Rincón del Cocido
Restaurante Enrecoletos, de la familia VerdascoLaura Garcia-MOREY

Enrecoletos (www.enrecoletosrestaurante.com) apuesta por una cocina renovada con platos elaborados a partir de un producto de primera calidad a un precio medio de entre 35-40 euros. ¿Qué pedir? Para abrir boca, los buñuelos de morcilla con lágrimas de miel, las alcachofas confitadas y el foie a la plancha con cebolla caramelizada y huevo a baja temperatura. Saludable es la ensalada de burrata con foie micuit y aceite de trufa, además del tartar de aguacate y tomate. Quien opte por un pescado, merece la pena probar los bocaditos de merluza negra, los chipirones encebollados y, por supuesto, la lubina al horno mientras que los paladares carnívoros preferirán el solomillo o el chuletón de vaca vieja y la paletilla de cordero, que a nosotros nos encanta.

Cuidado, porque en estos días de frío helador apetece calentar el cuerpo y el alma, así que un planazo es reservar mesa en el Rincón del Cocido para disfrutarlo en dos vuelcos y preparado en puchero de barro individual. Otra recomendación: comience el almuerzo con las quesadillas de ropa vieja y las imprescindibles croquetas de cocido y armonícelo con un Martínez Lacuesta.

Eso sí, haga hueco al postre, a las filloas rellenas de nata y recubiertas con chocolate caliente o a los buñuelos de manzana con mermelada de albaricoque y helado de vainilla.

Situado en el barrio de Salamanca, Enrecoletos es un espacio cosmopolita para disfrutar de la buena cocina española con un esmerado servicio al cliente. Se reparte entre varios ambientes bien diferenciados y en ellos llama la atención la decoración minimalista, donde predomina el blanco y el negro en perfecta armonía con una gran variedad de plantas, que dan vida al establecimiento.

Así, al entrar encontramos una sala polivalente muy luminosa gracias a sus amplios ventanales orientados a la calle. La planta se distribuye en dos alturas, presidida por una lámpara de araña, con una zona con mesas altas en las que disfrutar de un picoteo o una comida más informal y otra, con mesas y un banco corrido tapizado en capitoné blanco, para degustar con calma sus propuestas. Por último, en la entreplanta encontramos un espacio más íntimo con un coqueto patio ajardinado con capacidad para 50 personas.