Gastronomía

Puro godello

Pezas da Portela es un godello «comme il faut». La familia Prada Gayoso, en su pronunciamiento bodeguista y de reivindicación de las zonas familiares de Valdeorras, ha ido eligiendo pezas o parcelas privilegiadas. Dejando que cada una de ellas se exprese, y que de el mosto que cada una consiga, todo el vino se orquesta a partir de ello. Así, se vinifica por separado y se le da crianza en barrica, cuyo tamaño depende precisamente de la cantidad de mosto. Las consabidas lías y su volumen más un tiempo refondeador de botella, tras el coupage, consiguen un blanco de nivel y de longitud. Las bonitas notas aromáticas y de caleidoscópicas flores y frutas, prologan un agradable y versátil paso de boca. Es un vino de buen trazo y de honduras de la gastronomía más amplia y bizarra. Seguramente, este buen blanco sufra las prisas del consumo, la ignorancia que venimos siempre denunciando de las añadas entre los bebedores habituales y la falta de e
Pezas da Portela es un godello «comme il faut». La familia Prada Gayoso, en su pronunciamiento bodeguista y de reivindicación de las zonas familiares de Valdeorras, ha ido eligiendo pezas o parcelas privilegiadas. Dejando que cada una de ellas se exprese, y que de el mosto que cada una consiga, todo el vino se orquesta a partir de ello. Así, se vinifica por separado y se le da crianza en barrica, cuyo tamaño depende precisamente de la cantidad de mosto. Las consabidas lías y su volumen más un tiempo refondeador de botella, tras el coupage, consiguen un blanco de nivel y de longitud. Las bonitas notas aromáticas y de caleidoscópicas flores y frutas, prologan un agradable y versátil paso de boca. Es un vino de buen trazo y de honduras de la gastronomía más amplia y bizarra. Seguramente, este buen blanco sufra las prisas del consumo, la ignorancia que venimos siempre denunciando de las añadas entre los bebedores habituales y la falta de eLa RAzón

Pezas da Portela es un godello «comme il faut». La familia Prada Gayoso, en su pronunciamiento bodeguista y de reivindicación de las zonas familiares de Valdeorras, ha ido eligiendo pezas o parcelas privilegiadas. Dejando que cada una de ellas se exprese, y que de el mosto que cada una consiga, todo el vino se orquesta a partir de ello. Así, se vinifica por separado y se le da crianza en barrica, cuyo tamaño depende precisamente de la cantidad de mosto. Las consabidas lías y su volumen más un tiempo refondeador de botella, tras el coupage, consiguen un blanco de nivel y de longitud. Las bonitas notas aromáticas y de caleidoscópicas flores y frutas, prologan un agradable y versátil paso de boca. Es un vino de buen trazo y de honduras de la gastronomía más amplia y bizarra.

Seguramente, este buen blanco sufra las prisas del consumo, la ignorancia que venimos siempre denunciando de las añadas entre los bebedores habituales y la falta de espera de un ejemplar que tiene vida. En un tiempo donde el godello está siendo valorado, Pezas es infalible. Su rica paleta de sugerencias y su luminosidad nos alivian el temido final del verano.

Bodega: Valdesil.

Vino: Pezas da Portela 2020.

DDOO: Valdeorras.

Precio: 29,45 euros

www.valdesil.com