D. O. de Toro

Bodega Numanthia prevé una cosecha “de calidad”

Gracias a la resiliencia de sus viñedos, entre los más antiguos del mundo

Es época de vendimia, una vendimia que este año viene marcada, sin duda, por una climatología extrema que ha hecho que este verano haya sido el más caluroso y seco desde que se tienen registros. Y Bodega Numanthia se encuentra inmersa en ella. La cuna de vinos únicos y excepcionales como Numanthia y Termanthia, que celebra su 25 aniversario, prevé una cosecha “buena y de calidad”, apunta su director técnico, Jesús Jiménez. "La resiliencia de nuestros viñedos, de los más antiguos del mundo, algunos de ellos con más de 150 años, con vides muy viejas, raíces muy profundas en suelos arenosos, han hecho posible que las uvas hayan resistido mejor a la sequía y a las altas temperaturas", subraya Jiménez. Y es que Numanthia, una de las joyas del vino español, es la única bodega que representa en su totalidad la D.O. Toro con 150 parcelas.

En la continua búsqueda de la excelencia, y debido a las condiciones climatológicas extremas que han provocado que la uva haya madurado antes, la bodega, que practica una viticultura completamente orgánica, ha adelantado sus fechas de vendimia. “Con el objetivo de encontrar vinos de mayor frescura, hemos proyectado la vendimia más temprana de nuestra historia, que comenzó a finales de agosto, en lugar de septiembre. Estos dos últimos años hemos adelantado la vendimia 15 días para conseguir un equilibrio entre acidez y azúcar”, comenta Jiménez. Y añade que “las lluvias registradas estos últimos días en plena vendimia van a afectar de forma muy positiva en la calidad final de la añada”.

Bodega Numanthia, fundada en 1998 y con sede en Valdefinjas, en el corazón de la DO de Toro, es un homenaje vivo a la antigua ciudad de Numancia, cuyos habitantes eligieron la muerte antes que la rendición ante la invasión romana. La historia es también la de los pioneros, desafiantes ante lo imposible, como Cristóbal Colón que cruzó el océano para descubrir las Américas, con sus barcos repletos de barriles de vino de Toro.

En el siglo XIX una plaga de filoxera acabó con casi todos los viñedos de Europa, pero los de Toro fueron de los pocos que resistieron, de ahí que algunos alcancen casi los 150 años. La bodega es un verdadero emblema de los vinos de la región de Toro, rica en facetas y complejidad, todo un diamante en bruto que requiere de manos expertas para cultivar y dar forma a los complejos y elegantes aromas de sus vinos y en la que los visionarios enólogos dan forma a la piedra de toque de unos vinos excepcionales para las próximas décadas.