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Gastronomía

Destinos con sabor. Una ruta guiada por Pepe Solla, que para en Casa Solla, A Curva y Lagüiña. ¿Os apuntáis?

En el Náutico de San Vicente, en El Grove, el cocinero pone su sello a las hamburguesas, que vuelan de Custom Burger Shop

Pepe Solla
Pepe SollaCedida

Se encuentra inmerso en plena temporada alta de Casa Solla, destino emblemático en Poio (Pontevedra), cuya esencia la describe Pepe Solla en dos palabras: historia y evolución, ya que fueron sus padres, José y Amelia, quienes iniciaron el proyecto en 1961 y fue en 2003 cuando el chef continúa el camino en solitario. Para Pepe Solla está siendo un verano algo atípico, pero entre el restaurante, la gestión de Eventos Solla, empresa a través de la cual organiza distintas celebraciones, y Custom Burger Shop, espacio en el que las hamburguesas llevan su sello en el divertidísimo Náutico de San Vicente, siempre anda liado. En noviembre celebra los 63 años de la casa en la que aprendió el oficio y que merece mucho la pena ser visitada más allá de los reconocimientos: la estrella Michelin y los tres Soles Repsol. Sobre todo, por su fiel compromiso con el producto y por la evolución tranquila que vive, «porque si no, no estaríamos aquí», dice. De hecho, quien la visite estrena un comedor recién reformado, acogedor, relajante y prácticamente ausente de decoración, con espacio para 34 clientes.

Restaurante de Pepe Solla, fósil de camarón
Restaurante de Pepe Solla, fósil de camarónCedida

Mar y huerta

Según sus palabras, hoy el discurso gastronómico ha cambiado para centrarse en el producto y en el valor identitario que aporta la localización: «Esta es la filosofía que nos ha marcado gracias a la fuerza de esta tierra», añade. Para hacernos entender en qué momento se encuentra el restaurante, nos explica que, para bucear más en la identidad, ha decidido dar un paso más allá sin ser radical, pero sí se centra más en el mar y en la huerta. Así, los pescados, los mariscos y los vegetales son los pilares de Casa Solla. Como ejemplo, la cococha de merluza ligeramente ahumada sobre un arroz en salsa verde con la emulsión del propio colágeno del pescado y la berenjena, a la que aplica un tratamiento como si de una carne se tratara, que culmina con una salsa de verduras especiada. También, la cigala con su caldo servida con un aire de hinojo, la cabeza marcada en la brasa y el tartar hecho con las patas y la caballa curada con manzana y la salsa menier histórica de sus padres preparada con la mantequilla de Airas Moniz, una quesería en Outeiro (Lugo), de donde proceden algunos de los quesos que llegan a la mesa: «Galicia está llena de pequeñas huertas. De hecho, era una forma de autoabastecimiento y subsistencia», explica. Pero, ojo, Pepe no es en absoluto radical, así que, si desea su plato de carne en el menú, lo tendrá, solo debe decidirse entre Trasmallo (148 euros) y Piobardeira (160), dos artes tradicionales de pesca. Y, entre los destinos con sabor, el mencionado Náutico de San Vicente para asistir a algún concierto y probar la Red Hot Chili Pepe, con unos necesarios toques picantes. Y de ahí, a A Curva, un bar de Portonovo en el que disfrutar de una de mejillones, otra de berberechos y las imprescindibles navajas con un vino, «porque Miguel tiene mucho vino gallego y ejemplares viejos difíciles de encontrar. Me gustan los sitios en los que se cuidan los vinos», señala. Por eso, también nos sitúa Lagüiña (Meaño) con Edu al frente del proyecto, ex sumiller de Casa Solla, de Culler de Pau y de Mugaritz.

►Dónde:

Avda. Sineiro, 7. Poio. Pontevedra.

►Precio de los menús: 148 y 160 euros.

►986 87 28 84.

restaurantesolla.com