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De los pies de acero de la Reina que pisa más fuerte en Europa a la tacañería de Pedro Sánchez
Ya está bien de hablar de Letizia, hoy vamos a darle un repaso a Pedro Sánchez
Sencillamente perfecta. Una amiga mía experta en modas, estilismos y bellezas varias me ha dicho que jamás había visto a la Reina tan elegante,y que, si algún militar carpetovetónico se siente escandalizado, que se jorobe. A mí lo de la raja de la falda kilométrica me parece algo excesivo, y me provoca pero mucho, pero que mucho frío. Dicen que con los militares, salvo con alguno del aire de cuya mujer se ha hecho amiga, la Reina no se siente precisamente en su salsa. Cuentan que le gusta provocar. Cuando vi esta foto de Bernardo Paz, me dije: tengo que escribir de esto. ¿Llevaba medias? ¿No las llevaba? Eso es lo de menos. Atentos a la foto, los que la miran, uno de ellos muy guapo, lo hace con absoluta admiración. Me he dado cuenta de que lo importante no es la raja de la falda. Lo importante son los pies de acero fundido de la Reina Letizia. Casi doscientos metros caminó sobre el empedrado sin miedo a destrozárselos. Ni fascitis, ni problemas plantares. Nuestra reina pisa fuerte, al contrario que Elena, que ha renunciado a los tacones por consejo de su callista. Fue divorciarse de Marichalar y bajarse de los andamios de Manolo Blahnik. Ahora se pasa la mayor parte del día en deportivas o con botines de Valverde del Camino. La Reina Sofía tampoco tiene los pies muy allá, a fuerza de tantas horas de pie en recepciones interminables, y aun así, se sigue sacrificando.
Doña Letizia, en cambio, gracias a la fuerza de sus piernas, curtidas en mil carreras, y también a una hidratación magnífica de sus pies, que he estudiado con lupa en algunas fotos y no tienen ni un callito, ha conseguido convertirse en la soberana con los andares más airosos del mundo. Tiene una postura perfecta gracias a la práctica del yoga y a la fortaleza de unos abdominales muy tonificados. Y el otro día, en la explanada de palacio, no caminaba, levitaba. ¿Se meten con ella por las rajas de su falda? Repetimos: que se aguanten. Tiene unas buenas piernas y puede lucirlas. No es la primera vez que nos sorprende con sus rajas. Gracias a la generosa abertura el vestido perdía su aire nocturno de fiesta y se convertía en adecuado para la mañana.
He hablado con Mariano Langa, el propietario de la sastrería donde se visten y se hacen las camisas Florentino Pérez, Ramón Cerezo y medio Ibex, y me dice que la ha visto muy guapa, “un poco sexy, pero muy elegante”. Pero ya está bien de ser tan machistas, vamos a analizarlos a ellos.
Esto es lo que me ha dicho don Mariano, que ha tratado de tú a tú a personalidades como Cary Grant, Gregory Peck y el fallecido Arturo Fernández. Aquí va su opinión sobre los looks del presidente del Gobierno y del Ministro del Interior: “Pedro Sánchez lleva la chaqueta del chaqué muy corta, un palmo por encima de la todilla, y el pantalón le queda también muy corto. Se nota mucho que es alquilado, no a medida. Y como es tan alto no ha conseguido encontrar uno de su talla. ¡Un desastre! Y Marlaska lleva la levita larguísima, un palmo por debajo de la rodilla. No pueden ir peor ninguno de los dos”. La chaqueta del chaqué debe ir a la altura de la rodilla, nos explica don Mariano Langa, que añade: “Marlaska lleva el pantalón fatal, larguísimo, no debe saber que con el chaqué se llevan tirantes, es fundamental, por eso los pantalones tienen cuatro botones en la cintura, para graduarlo, pero él no debe de saberlo, ni tampoco Pedro Sánchez, que lo lleva altísimo”. Opina don Mariano que Pedro Sánchez no pensaba que iba a ser presidente para el 6 de enero y por eso no quiso invertir en un chaqué. O le ha pillado al traspiés, o Pedro Sánchez pasa de todo, pero no hay excusas que valgan: “Se trata de una prenda que se utiliza de forma representativa, un presidente de gobierno necesita de un chaqué a medida. Y no son tan caros. Por 1.800 euros se puede disponer de uno a medida industrial, y por 3.000 de uno totalmente artesanal. No es tanto dinero. Prefieren gastárselo en otras cosas, aunque su obligación es ir bien vestidos a estos actos. No es ningún dispendio, un chaqué te dura para toda la vida. Y un presidente de Gobierno necesita uno”. Pues habrá que hacer una colecta, porque al lado de nuestra Reina desentona mucho.
Esta columnita va dedicada a una amiga muy querida que siempre me recrimina que me meta tanto con los looks de las mujeres en lugar de juzgar a los hombres. A ella también le gustan las faldas arriesgadas, como a Letizia, y es tan deportista como ella. No está mal lo de tener, como dice don Mariano, una Reina un poquito sexy. Pero que Pedro el guapo, cuyo libro me tuve que leer entero en dos noches por encargo de un ex jefe, lleve los pantalones como Steve Urkel por pura tacañería no tiene perdón.
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