Palomo Spain llega al éxtasis en París

Del after a misa y viceversa. El estado de éxtasis de los fines de semana interminables de la mítica ruta del bakalao en los años 90 fusionado con el fervor religioso de la Semana Santa. Dos formas de estado espiritual pertenecientes a mundos antagónicos que reflejan episodios de la cultura patria y de los que resulta una fusión explosiva y desacomplejada de la marca España que ha conquistado París.

El responsable de exportar el atrevido maridaje entre Chimo Bayo y los cuadros de El Greco no es otro que Alejandro G. Palomo, alias Palomo Spain, que ha mostrado un espectacular universo creativo a partir del ideal de éxtasis para presentar su colección otoño-invierno 2021 este domingo en la Fashion week parisina. Siluetas inspiradas en casullas de curas con cuellos de cardenal y bordados toledanos del barroco español mezcladas con el estilo “destroy” que definió a los amantes de las juergas interminables del movimiento clubbing de la última década del siglo pasado: bolsillos caídos, reflectantes y cadenas de oro en el cuello.

“Extasis” es una colección de unos 40 diseños que pretende representar una conjunción aparentemente contra natura que se producía en nuestro país los domingos por la mañana: la de personas que vuelven de after tras la fiesta con los que van de camino a misa. El diseñador cordobés levantó un gran aplauso entre el público con sus conseguidas siluetas y una muy cuidada sastrería realizada en terciopelos y adornada con cristales de Swarovski y perlas que venía a apuntillar la perfecta fusión cargada de irreverencia entre religión y drogas.

“Yo no había nacido cuando empezó la ruta del bacalao pero sus ecos fueron arrastrándose y llegaron a la discoteca del pueblo. Y pensé que era muy buena mezcla por el sentimiento de éxtasis que también se da cuando uno grita ‘Viva la Virgen de la Macarena’ que es como comerse una pastilla y estar flipando” bromea Palomo para LA RAZON al término del desfile, su quinto ya en París desde 2017 configurando una meteórica carrera del cordobés en la capital gala desde donde sigue lamentando que “en España no tenemos cultura de moda. Nos falta tomar esa conciencia empezando por el gobierno y el Ministerio de Cultura”. Un recado para el nuevo Ejecutivo español del que seleccionaría para vestir a su íntima amiga la vicepresidenta Carmen Calvo.

El atrevido desfile concluía con un modelo balanceando un incensario, mientras que el resto de sus compañeros le seguían portando velas como nazarenos para poner el broche de oro final a la semana de la moda masculina en París marcada por la presencia de las firmas españolas Oteyza, Loewe y Palomo Spain que han logrado llevar la etiqueta “fabricado en España” a lo más alto de la moda internacional.