Paloma Lago, al hospital por un accidente con su perra en su verano más difícil

Paloma Lagoha tenido muy mala pata en su retiro en Ferrol. Aunque quizá deberíamos decir mal brazo, pues es el que realmente ha salido perjudicado y del que ha dado cuenta ante sus seguidores. En un ejercicio de transparencia en medio del silencio que se ha autoimpuesto, la presentadora ha preocupado a sus seguidores. Nada tiene que ver con su lucha judicial contra Alfonso Villares, el político gallego con el que mantenía una relación y al que denunció el pasado mes de diciembre por un supuesto delito de agresión sexual.

Sobre este doloroso acontecimiento no quiere pronunciarse en público, pues entiende que todo lo que debe decir será ante un juez y asesorada por su equipo jurídico. Lo mismo sucede con su familia, que se ha volcado en ella en tan difíciles momentos, mientras todas las miradas se posan en ella. Poco a poco ha ido recuperando cierta normalidad en su vida, mostrando cómo combate la tediosa rutina en su tierra con planes en plena naturaleza, así como los hitos familiares que le llenan de alegría en tiempos convulsos. Así lo hizo con el cumpleaños de su hijo, Javier García-Obregón, así como ahora que anuncia que ha pasado por el hospital.

Paloma Lago, con el brazo roto por culpa de su perra

La modelo y presentadora ha tenido un susto de salud que le ha obligado a tener que acudir a un centro de salud y ponerse en manos de profesionales médicos. Nada grave, aunque sí un accidente doloroso al que ya ha tratado de poner remedio. Y es que ha reaparecido en sus redes sociales cediendo todo el protagonismo a su perra Chloe, así como a su propio brazo izquierdo, vendado a consecuencia de una rotura de radio provocado por su mascota.

Estaban jugando en su casa de Ferrol cuando la emoción del can hizo que no midiese sus fuerzas, terminando con su dueña malherida: “Gajes del oficio de jugar con mi Chloe del alma”, desvela Paloma Lago a la vez que reconoce ser una privilegiada, a pesar de tener que pasar las próximas semanas con el brazo vendado. “Aquí seguimos disfrutando del verano y muy cuidada por Eu y Javi”, añade la protagonista, haciendo alusión a su hijo y a su nuera, Eugenia, quienes le acompañan en estos días y convirtiéndose ahora en sus enfermeros.