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Rocío Carrasco y su hija, reencuentro tras ‘Supervivientes’

Llevan siete años sin verse, pero los mensajes que Rocío Flores envía a su madre desde Honduras hacen prever que se verán en Madrid muy pronto

Rocío Carrasco y su hija Rocío Flores en el coche.
Rocío Carrasco y su hija Rocío Flores en el coche.GTRES

Si no fuera por lo triste que resultan los desencuentros entre Rocío Carrasco y su hija se podrían hacerse apuestas de cuándo, cómo y dónde pueden volver a mirarse a la cara. La participación de la nieta de “la más grande” en ‘Supervivientes’ ha hecho que el conflicto, que lleva estancado más de siete años, pueda quizá solucionarse. O al menos se vislumbra un resquicio en esa puerta que se cerró sin vuelta atrás.

Demasiados resentimientos, rencores y culpabilidades en un divorcio donde los dos hijos han sido y son el punto débil. No es la primera vez, ni será la última, que padres que un día se quisieron y tuvieron un proyecto común se tiren luego los trastos a la cabeza. En el caso de Rocío Carrasco y Antonio David Flores ha sido con luz y taquígrafos. Demandas de ida y vuelta que por ahora siguen su curso. Y, en medio de esa guerra, nos encontramos a una hija adolescente, con un fuerte carácter, enfrentada a una madre que imponía las reglas. Nada nuevo bajo el sol y de igual manera podía haber sido al revés: madre consentidora y padre severo.

Rocio Carrasco during promotion musical "Que no daria yo por ser Rocio Jurado" m in Madrid on Friday, 31 January 2020.
Rocio Carrasco during promotion musical "Que no daria yo por ser Rocio Jurado" m in Madrid on Friday, 31 January 2020.Jesus BrionesGTRES

Inteligente Jurado

La propia Carrasco tampoco se lo puso fácil a sus padres cuando dejó de ser una niña. No quiso estudiar y se marchó de su casa al cumplir los 18 para vivir su vida con el que meses después se convertiría en el padre de su hija. La diferencia entre unos y otros era la bondad de Pedro Carrasco y la inteligencia de la artista, que supo manejar la situación de tal manera que nunca se rompió el cordón umbilical. Rociíto, como se la llamaba entonces, fue una niña mimada que tuvo su punto de rebeldía contra su familia y, en general, contra el mundo. El boxeador nunca hubiera permitido que la niña de sus ojos le faltara el respeto ni a él ni a nadie de su entorno. Pero no sucedió lo mismo en la vida doméstica de la nieta Ro.

Mucho se ha escrito y hablado en los platós de esas situaciones límites que se vivieron y fueron la causa de la ruptura materno filial. Pero si hace un tiempo un acercamiento entre madre e hija parecía imposible, ahora las cosas han cambiado y el encuentro es mucho más factible. Los que conocen la intrahistoria y a Rocío Flores aseguran que de haber vivido la Jurado nunca se habría desencadenado un conflicto de tal magnitud. Y así lo aseguran todos los que conocieron a la artista: “Ella era una componedora nata y adoraba a su nieta. Cuando Rocío y David se divorciaron ya intuía que esa separación iba a ser una guerra sin cuartel, pero confiaba en que el tiempo pondría las cosas en su sitio. Ella misma lo pasó mal cuando su ex yerno la demandó pidiendo 1.000 millones de pesetas. Un juicio que perdió David y del que aún quedan flecos”, según explicaba el abogado García Montes que se ocupó de la defensa de la amiga y clienta.

Rocio Flores Supervivientes
Rocio Flores SupervivientesLa RazónLa Razón

Desde Honduras, Rocío Flores ha enviado varios mensajes a su madre. El primero fue cuando conoció la situación que se vivía en España, y en todo el mundo, a causa del coronavirus. La única que no tuvo información completa de la familia fue ella. Sufrió su primer ataque de ansiedad al no saber si su madre se encontraba bien. Y cuando sus compañeros la intentaban consolar sus palabras eran de lamento: “Hace siete años que no la veo”. Según van pasando los días en la isla, los mensajes subliminales del principio se han convertido ya en peticiones públicas de un más que deseado acercamiento a su progenitora.

Cumpleaños confinada con Fidel

Rocío Carrasco cumplió 43 años el 29 de abril confinada en su casa de Valdelagua con la única compañía de su marido, Fidel Albiac. Durante los últimos años no ha recibido la felicitación de sus hijos. Pero algo ha cambiado en el drama familiar cuando desde el aislamiento elegido en Honduras, Rocío Flores lanzaba un mensaje de acercamiento a través de su felicitación. Con la voz entrecortada por el llanto, quiso que la audiencia y su padre, que se encontraba en el plató, fueran testigos de esa petición. “Muchísimas felicidades. Me encantaría poder decírtelo en privado, pero bueno. Disfruta de tu cumpleaños lo máximo que puedas. Me gustaría que las cosas se pudieran hablar en privado y no en público. No quiero hacerte daño para nada” y acabó su discurso con una petición: “Me encantaría poder hablar contigo cuando llegue”.