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Putas, chulos y okupas multirraciales; comienza el desalojo en casa de los Mainat

Por orden judicial y con expectación máxima, la primera en abandonar la “casa de los horrores” de Mainat, ha sido su esposa. Pero en la vivienda, convertida en un prostíbulo de lujo, aún se atrinchera una veintena de okupas que la habrían desvalijado por orden de Ángela Dobrowolski.

La primera en hacerlo ha sido Ángela, la mujer de Mainat, que ha salido ya de la casa en medio de un enorme revuelo mediático.El resto de ocupantes lo hará en riguroso directo, con las cámaras de televisión escudriñando los rostros de todos los que se atrincheran en el domicilio dónde, supuestamente, el productor televisivo sufrió a finales de junio un intento de asesinato a manos de su esposa, la hispano alemana Ángela Dobrowolski. La casa que según Alina, una de sus ocupantes hasta hace tan sólo unos días, se ha convertido en una suerte de prostíbulo en el que un número sin determinar de personas, de todas las razas y géneros, ejercen la profesión más antigua del mundo. En las próximas horas, deberán abandonar la vivienda si no quieren que el desahucio sea por la fuerza, ya que a las doce de la noche acaba el plazo para el desalojo.

Ha sido Alina, ex pareja de Gabriel, el presunto scort de nacionalidad venezolano contratado por la mujer de Mainat para consolarse en los coletazos de su relación matrimonial con el productor, quién ha explicado a la audiencia la fauna que habita en el fuera el domicilio conyugal. Lo hizo cuando relató en Sábado Deluxe que, junto a su novio venezolano, se alojó allí tras tener que abandonar por culpa de Ángela Dobrowolski la casa en la que antes convivían. "Ángela nos dio una habitación con jacuzzi. Después, nos dijo que nos fuéramos al sotano”.

La rusa explicó que tuvieron que cambiar de habitación tras la decisión de Ángela de comenzar a alquilar las habitaciones a scorts para sacar algo de dinero. También contó que recurrió a sus contactos en el mundo de la prostitución para hacerlo. “Yo le ponía los anuncios”-relata Alina, confirmando que aquello era casi un prostíbulo. Al parecer y según corrobora su inquilina alquiló habitaciones a otros scort y “empezó a vender todos los aparatos electrónicos, televisiones, ordenadores...y muebles”, para solventar su pésima situación económica pero los que vivían allí, cerca de veinte personas, “negros y filipinos” se quedaban con el dinero a cambio de “cumplir sus órdenes”.

Alina, la rusa del Caso Mainat, descubre la maldad de Ángela Doborowolsky
Alina, la rusa del Caso Mainat, descubre la maldad de Ángela DoborowolskyLa Razón

Una comuna multirracial compuesta por una veintena de “scorts”

Allí convivieron durante quince días con la presunta asesina y una veintena de personas de dudosa reputación y origen multirracial, que se prostituyen. “Hay mucha gente. Hay negros, filipinos, no sé cuantos, pero unas veinte personas. Ángela es muy amable con ellos."

Alina, que se presentó en el Deluxe como diplomada en economía y astróloga personal, sería un mirlo blanco en una casa en la que desde su novio hasta al último de los ocupantes venden su amor al mejor postor. Por eso, las voces que apuntan que Alina también se dedica a la prostitución cobran tanta fuerza como las de aquellos que ya no se sorprenden al saber que la propia esposa de Mainat tenga tantos contactos en el mundo de los afectos pagados. ¿Cómo encaja en esta historia que Ángela Dobrowolski aloje en su casa a prostitutas y contrate los servicios de un scort latino?.

Caso Mainat
Caso MainatLa RazónLa Razón

Cuando se produzca el desalojo, cuya fecha límite es hoy, es probable que no podamos ver a Gabriel ya que el hombre por cuyo afecto se pelean Alina y Ángela se enfrenta a un juicio rápido por agresión de género a la primera. Difícilmente podrá negar el venezolano que no la agredió, cuándo toda España pudo ver cómo la agarraba con violencia por el brazo provocando que se diera un fuerte golpe en la cabeza contra la puerta, antes de introducirla por la fuerza en la vivienda.

Seguramente sea en los juzgados de Barcelona, dónde se hayan visto ya las caras Ángela y Alina. La primera y la madre de Gabriel, presenciaron los hechos. Y la segunda, la agredida, tendrá que declarar aunque no sea ella quién denunció a Gabriel, sino los periodistas que presenciaron la brutal escena. Pase lo que pase y aunque es más que probable que Alina trate de salvar a Gabriel de la condena, lo que allí ocurra determinará con cual de las dos mujeres, Ángela o Alina, continue su relación el misterioso venezolano. “El lunes se decidirá mi vida-confesaba Alina en Sábado Deluxe-si seguiré con Gabriel o se irá con ella”.