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La princesa Mako rompe con la Casa Imperial japonesa

Este martes, la joven se casó con Kei Komuro en una boda modesta y civil

La princesa Mako y su marido Kei Komuro
La princesa Mako y su marido Kei KomuroNicolas Datiche / POOLEFE

Después de años de compromiso esperando el feliz enlace, finalmente ayer la princesa Mako de Japón rompió sus lazos con la familia imperial tras darse el «sí, quiero» con el joven Kei Komuro. Tal y como aseguró en la protocolaria rueda de prensa posterior a la boda, casarse «era la única opción que podíamos tomar para vivir siendo fieles. Habrá momentos duros pero, como hasta ahora, uniremos fuerzas y avanzaremos juntos», mientras que su esposo aseguró ante las cámaras de televisión que «amo a Mako. Quiero pasar mi vida con ella, con alguien a quien amo. Hasta ahora, hemos venido apoyándonos en los momentos felices y en los que no lo han sido tanto», y mostró su agradecimiento a aquellos que les habían apoyado en todo momento pese a que enlace se había llegado a poner en duda en el país. Una comparecencia incómoda en la que a ambos se les vio sobrios y algo nerviosos, pero ni rastro de la complicidad con la que les conocimos en su primera aparición pública juntos en 2017.

La presión a la que se ha visto sometida la pareja durante todos estos meses, el escrutinio mediático y el ensañamiento del sector más conservador de la sociedad japonesa tras revelarse una disputa financiera de la suegra de la exprincesa, le causaron un estrés postraumático del que sigue recuperándose. Este es el motivo principal por el que decidieron no responder preguntas durante la rueda de prensa de este martes, pero sí lo hicieron con las que fueron enviadas previamente y se mostraron «horrorizados» y «entristecidos» con tal situación. Koi Komuro aseguró que zanjará la deuda en cuanto le sea posible.

La princesa Mako se despide de los miembros reales
La princesa Mako se despide de los miembros reales211534+0900AP

La pareja permanecerá por algún tiempo en Japón, mientras Mako tramita su primer pasaporte y ultima la mudanza, pero ambos tienen previsto trasladar su residencia a Nueva York, donde Kei ha estado estudiando los últimos tres años y se ha presentado al examen que le permitirá ejercer la abogacía en Estados Unidos. Un destino en el que la exprincesa podría abrirse camino en el mundo del arte.

Enlace civil

Mako Komuro, como pasa a llamarse a partir de ahora, es la primera princesa del Japón de la posguerra que rompe con las ceremonias tradicionales en las que participan las mujeres de la familia imperial japonesa cuando se casan. Según confirmó la Agencia de la Casa Imperial, el registro del matrimonio se realizó sin incidentes durante la mañana, poco antes de que la exprincesa abandonara su domicilio imperial y se despidiera de su familia y de un modo de vida que no la hacía feliz. Ataviada con un vestido azul pastel, collar de perlas y un ramillete de flores color rosa palo, Mako dedicó repetidas reverencias a sus padres, los príncipes herederos Fumihito y Kiko, antes de partir a reunirse con su marido para el acto que la convertiría en plebeya para siempre. Según recoge la prensa nipona, el gesto más afectuoso lo guardó para su hermana menor Kako, a la que despidió con un fuerte abrazo y una gran sonrisa, algo no habitual en la ya ex princesa. De esta manera, Mako puso el broche final a su etapa como miembro real al renunciar a todos sus privilegios y embarcándose hacia una nueva vida lejos de Japón.