Aniversario
De Carlos III al príncipe Andrés: Qué ha sido de los empleados de "La Firma" un año después de la muerte de Isabel II
Los príncipes de Gales, los únicos en expresar públicamente su duelo. Carlos III y su esposa Camila, en Balmoral
Eran las siete y media de la tarde del 8 de septiembre de 2022, cuando el presentador de los informativos de la BBC Hugh Edwards, vestido protocolariamente con chaqueta y corbata negras, daba la triste noticia del fallecimiento de la reina Isabel II. El mundo se sumía en el luto y los británicos sentían cierta incertidumbre tras la muerte de la monarca más longeva del Reino Unido. A pesar de que la operación London Bridge, –el nombre en clave que se dio al funeral de la soberana–, llevaba décadas preparada, dio la sensación de que todo pillaba de improviso. De hecho, ninguno de los hijos estaba en ese momento en Balmoral, donde falleció Isabel II. Los príncipes Carlos y Ana llegaron a tiempo de despedirse y el resto de la familia lo fue haciendo progresivamente . El príncipe de Gales, que llevaba años preparándose para este momento, parecía no dar pie con bola y en los días siguientes llegó a perder los nervios en público. Crecía la desconfianza entre los británicos por un futuro rey con tendencia a meterse en «líos» políticos por sus ideas sobre la defensa del medioambiente. Sin embargo, y por sorpresa, su primer año como Carlos III ha resultado tranquilo.
De momento, fiel heredero de su madre, no se ha salido de su papel estrictamente institucional, aunque no ha sido fácil. La primera ministra, Liz Truss, duró poco en Downing Street; el país sufre una grave grave crisis económica y sigue dividido políticamente tras el Brexit. Además, los escándalos de su propia familia tampoco le han dado demasiada tregua. En un año el documental «Harry y Meghan», de Netflix, no dejaba bien parada a La Firma, y tampoco «Spare», las memorias del duque de Sussex.
Los príncipes de Gales, William y Kate, también empiezan a ser una amenaza directa, dada su excesiva popularidad, por encima de la de los nuevos reyes. De momento, de cara al público, todo son sonrisas, pero no hay duda de que en la intiidad no todo es tan bonito. Algunos medios británicos han publicado que, a finales de este verano, padre e hijo se han reunido en Balmoral para tratar de limar diferencias y trazar líneas de futuro. Habrá que esperar a ver qué nos tienen preparado.
William y Kate, príncipes de Gales: tres encuentros y una gala
William de Inglaterra y su esposa, Kate Middleton, viajaron a Gales para llorar el fallecimiento de la reina Isabel II y compartieron sus fotografías favoritas de la difunta monarca en su perfil de Instagram, junto al siguiente mensaje: «Hoy recordamos la extraordinaria vida y el legado de Su difunta Majestad la Reina Isabel». Todos nosotros te extrañamos. WC». Los príncipes de Gales conmemoraron además este primer año sin la reina con un pequeño servicio privado en la catedral de St Davids.
Harry y Meghan, duques de Sussex, ni estaban ni se les esperaba
A pesar de que la reina Isabel II trató de reconciliar a los Sussex con la familia real, no lo consiguió. La prensa británica ha exprimido a conciencia el hecho de que el príncipe Harry pisara suelo británico para asistir a los premios Wellchild (allí ha dicho que ella «nos está mirando esta noche, feliz de que estemos juntos») como escala para viajar a Alemania a los Juegos Invictus, y que no visitara a los suyos. A los Sussex ya nunca se les espera.
Eduardo y Sofía, duques de Edimburgo: mayor peso en la familia
Mientras los Sussex cada día están más apartados de la Familia Real británica, Eduardo de Inglaterra y su esposa Sofía Rhys-Jones, han adquirido en este último año un mayor protagonismo entre los Windsor y han aumentado su agenda oficial. No solo fueron nombrados duques de Edimburgo (un regalo que Carlos III quiso hacerle a su hermano por su 59 cumpleaños), cumpliendo el deseo expreso de Isabel II, sino que gozan cada vez de mayor popularidad entre el pueblo británico. La pareja se unió al homenaje privado en Balmoral, celebrado ayer.
Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson: encuentro en Balmoral
Carlos III ha decidido en este año abrir los brazos a su hermano, el defenestrado príncipe Andrés, que lleva casi cuatro años condenado al ostracismo, y alejado de cualquier actividad pública de representación de la monarquía británica, para evitar que sus relaciones con el millonario pedófilo, Jeffrey Epstein, contaminen a la casa real. Este verano él y Sarah Ferguson han sido invitados al encuentro familiar en Balmoral en un momento tan relevante como el aniversario de la muerte de Isabel II. Todo un gesto.
Ana de Inglaterra, el "arma secreta" de Carlos III
Apodada como el «arma secreta» del rey Carlos, la princesa Ana ha demostrado una y otra vez que es un miembro de confianza de la familia real con un inquebrantable sentido del deber. La princesa nunca ha buscado ser el centro de atención y aunque podría pensarse que es la menos prolífica de La Firma, es todo lo contrario. Su posición dentro de la familia ha aumentado tras la salida de los Sussex y la polémica en torno a Andrés de Inglaterra. Ayer, recordó también a su madre junto al resto de la familia en Balmoral.
Recuerdo en Balmoral, el castillo que la reina adoraba
Carlos III y Camilla habían planeado solo conmemorar el fallecimiento de Isabel II en una jornada tranquila en su casa en Balmoral, en Escocia. Querían seguir el mismo patrón que la reina decidió adoptar durante 70 años, marcando la muerte de su padre, el rey Jorge VI , en Sandringham, Norfolk, lejos de la mirada del público.Pero en las últimas semanas, conmovido por el recuerdo mundial de la muerte de Isabel II, decidieron no regresar a su propia casa en Birkhall, en la finca Balmoral, como estaba previsto, sino permanecer en el castillo donde Isabel murió a la edad de 96 años y que ella adoraba.
Allí permanecieron este viernes, reconfortados por algunos de los más cercanos. Asistieron a un servicio religioso en Crathie Kirk. Hasta allí llegaron en coche y después recibieron las condolencias de la multitud que esperaban su salida del templo. En Buckingham, miles de británicos se acercaron hasta las puertas del palacio para rendir su particular homenaje y las salvas del ejército en honor a Su Majestad resonaron en todo el Reino Unido. «Recordamos con gran afecto su larga vida, su devoción por servir y todo lo que supuso para nosotros. Estoy también muy agradecido por el apoyo y cariño que hemos recibido mi mujer y yo durante este año, mientras nos esforzamos por servir a todos», ha expresado el monarca en una breve nota distribuida por el palacio de Buckingham y mostrada en la cuenta de Instagram de la familia real, acompañada de un desconocido retrato de la reina a sus 42 años.
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