Drástica decisión
Charlène despista a todos: su extraño movimiento para ocultarse del mundo
La princesa de Mónaco ha tomado una drástica decisión que no ha explicado a nadie y pocos comprenden. ¿Qué le ha sucedido para actuar así?
Si algo echamos en falta en la Familia Real Española es que den un uso cotidiano a las redes sociales y nos posibiliten ver qué hay detrás de tanto protocolo. Se trata de una tendencia en auge en otras monarquías europeas, como así ha demostrado la princesa Charlène de Mónaco en sus cuentas públicas en dichas plataformas. La mujer del príncipe Alberto rellenaba con contenido personal sus perfiles, dejando muestras de su lado más cercano y detalles de su personalidad que apreciaban mucho su pueblo. Una galería pública que funcionaba de forma paralela a la actividad ejercida por la cuenta oficial de su papel de representación de la corona monegasca.
Sin embargo, ahora ha dado un paso atrás y la sudafricana seguirá el ejemplo de la Reina Letizia, blindando su intimidad de forma inesperada. La princesa Charlène ha cerrado el grifo mediático y no está dispuesta a compartir más material inédito de escenas familiares e instantes para el recuerdo con su marido y sus hijos. Ahora, sin saberse muy bien el motivo, se ha blindado y ha echado el cerrojo a lo que antes compartía con especial cariño. Pero lo curioso no es que haya decidido guardar silencio a partir de ahora y no regalar más píldoras de su intimidad al mundo. Lo reseñable es que incluso ha eliminado todo rastro de estas felices estampas en su cuenta personal de Instagram, dejando a todos un poco despistados.
Ahora, aquellos que desean conocer los pasos de la mujer del príncipe Alberto de Mónaco, tan solo podrán reparar en el perfil oficial de la Fundación Princesa Charlène. Su otro perfil, el que usaba de forma personal para mostrarse tal y como es al mundo, ha desaparecido. No queda ni rastro de las imágenes familiares que un día compartió y que tantos momentos felices encierran. Tampoco las instantáneas con las que reconocía la labor de personas importantes en su comunidad en Sudáfrica, así como de su familia y amigos que aún viven en su país natal. Lo ha eliminado todo. Una decisión drástica para la que aún no hay explicación oficial, aunque por supuesto ya las hay varias de forma extraoficial.
Son numerosas las voces que señalan a que detrás de este inesperado movimiento está la molesta presencia mediática de los otros hijos de su marido, Nicole Coste y Alexandre Gimaldi. Aunque no siempre fue así, ahora el soberano sí tiene un trato fluido con sus vástagos, pero también el último se ha acercado demasiado a la prensa, lo que ha podido molestar a la princesa. Alexandre ha concedido una polémica entrevista para reclamar su hueco en la familia y en el mundo mediático, dejando claro que no se considera hijo ilegítimo y que no tiene planes de desfilar en una pasarela, siendo hijo de quien es. Quizá estas palabras y las consecuencias internas de las mismas en palacio hayan provocado el final de la vertiente influencer de la princesa Charlène de Mónaco.
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