Ahora parece que la avena la han descubierto los influencers y gurús del wellness, bajo el patrocinio oportuno de alguna marca y como sinónimo de autocuidado, rutina saludable y alimentación consciente. Sin embargo, antes del marketing del bienestar existió Diana de Gales, una mujer que, sobre todo en la última década de vida, quiso llevar una vida sana. Incluyó en su alimentación la avena, ese alimento que ahora la ciencia respalda por su contenido en fibra soluble, su efecto saciante y por ser una fuente de energía lenta, ideal para arrancar el día con fuerza.

Icono de moda y nutrición

En un video publicado en YouTube, el chef Darren McGrady, ex chef privado de la princesa ha detallado la receta del desayuno que a ella particularmente le gustaba. Por lo que dice, hoy podría formar parte del universo de Instagram. Está claro que la madre de William y Harry, icono indiscutible de moda, estaba también a la vanguardia en nutrición.

McGrady trabajó como chef de la Familia Real británica de 1982 a 1997 y fue el cocinero privado de la princesa Diana en el Palacio de Kensington en 1993. La receta que ahora nos descubre la llama bircher muesli, una preparación a base de avena que Diana desayunaba a diario. "Fue a una clínica suiza y comió estos copos de avena preparados el día anterior", informa el cocinero. "Fueron inventados por un nutricionista suizo Maximilian Oskar Bircher-Benner". Al regresar de su estancia y encantada por los beneficios para la salud de los alimentos que componen la receta, pidió específicamente a Darren McGrady que los incluyera en el menú de cada uno de sus desayunos.

Esta receta encajaba a la perfección con su estilo de vida saludable, según recuerda. "Cuando me convertí en chef de la Princesa Diana, ella tomó las riendas de su vida. Patrocinaba 119 organizaciones benéficas, entrenaba en el gimnasio tres días a la semana y se veía mejor que nunca. [...] Ahora comía sano y su desayuno favorito era la avena remojada durante la noche".

McGrady detalla la receta del bircher. Hay que remojar la avena en zumo de naranja recién exprimido y guardarla en el frigorífico durante la noche. Al día siguiente, se añade yogur griego, miel y zumo de limón. A continuación, se añade una manzana rallada, arándanos y nueces.