Cada uno por su lado
Federico y Mary separan sus caminos, al menos hasta que amaine el huracán Genoveva Casanova
Los príncipes de Dinamarca han tomado la drástica decisión de dejar que les vean en público, pues el análisis resultante deja mal parado al heredero por su mujer
Dinamarca sigue siendo azotada por el temporal mediático que lleva nombre de mujer: Genoveva Casanova. La amiga especial del príncipe Federico está en boca de todos, mientras que se pone bajo examen los detalles que podrían arrojar luz sobre la estabilidad del matrimonio con la princesa Mary Donaldson. Son muchos los gestos que los herederos al trono danés han realizado en público desde que estallase la polémica. El primero dejarse ver ante su pueblo como si nada hubiese sucedido, ofreciendo una imagen de completa normalidad. Pocos se convencieron al ver a los protagonistas en tensión atendiendo diversos actos de su agenda oficial. Pero esto ha cambiado de la noche a la mañana, pues desde palacio han tomado una drástica decisión para evitar que el foco se ponga en sus gestos y no en el cometido del acto al que acuden en su labor de representación de la corona. El revuelo está asegurado, aun así.
Desde el departamento de la casa real danesa ya no saben qué paso dar para tratar de hacer que las aguas vuelvan a su cauce y el temporal no cause mayores estragos. Pero la tarea está resultando muy complicada. No han surtido efectos los comunicados de prensa en los que se informaban de que no iban a realizar declaraciones ni valoraciones sobre las fotografías del príncipe Federico paseando con Genoveva Casanova por Madrid. Tampoco de las informaciones surgidas a raíz de tal revelación. Silencio. Una estrategia que ha resultado ser infructuosa, por lo que han tenido que modificarla para adaptarla a las nuevas circunstancias.
La popularidad del príncipe Federico de Dinamarca se desploma entre su pueblo tras la controversia suscitada. Mientras, su mujer, la princesa Mary, se está haciendo con el favor de todos. De ahí que desde los responsables de la casa real danesa hayan decidido separar sus caminos, al menos sí en lo que se refiere a su agenda oficial. Con ello, continuarán con su trabajo de representación de la Corona, pero cada uno por su lado, como así comenzó ya este martes cuando, ella reapareció en el Ayuntamiento de Copenhague con motivo de una cena de gala en honor a la vicepresidenta de Vietnam, Vo Thi Anh Xuan. Después de tres días sin aparecer en público, lo hacía sin su marido, pese a que se trataba de un acto oficial en el que la presencia del heredero al trono estaba más que justificada.
Por su parte, el príncipe Federico también continúa trabajando, aunque ahora lo haga sin formar equipo con su esposa. Él se ha dejado ver en público este miércoles, también aprovechando que es anfitrión de la vicepresidenta vietnamita. El heredero visitó el Castillo de Amalienborg y logró que se dejase de comentar sobre sus gestos, que cada detalle fuese mirado con lupa, como así sucede cuando la princesa Mary está en escena. Ella ya no disimula que algo no anda bien en casa, que atraviesa problemas personales, aunque no ha terminado de verbalizarlos por su fuerza de voluntad y responsabilidad. Eso sí, mientras ella calla, su lenguaje corporal habla por ella a gritos y lo que dice no es bueno, al menos eso es lo que interpretan los expertos en la materia.
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