Pudo ser rey de Italia
Muere Víctor Manuel de Saboya, primo del Rey Juan Carlos y el príncipe más “ingobernable”
El hijo del último rey de Italia, Humberto II, ha sido encontrado sin vida en su domicilio de Ginebra. Se desconocen las causas. Su vida ha estado plagada de escándalos y excesos
Malas noticias con las que han amanecido en la mañana de este sábado, 3 de febrero, en Italia. El que estaba llamado a ser el rey de los italianos, el príncipe Víctor Manuel de Saboya, ha fallecido en su domicilio de Ginebra a los 87 años de edad. Aunque no pudo ocupar ningún trono, el duque de Saboya e hijo de Humberto II, último rey de Italia, ha perdido la vida en circunstancias que aún no se han desvelado. De hecho, todo lo que rodea a su muerte sigue protegido con un velo de misterio, pues no se ha desvelado tampoco el lugar, la fecha ni la hora en la que se llevará a cabo el último adiós del controvertido príncipe. Tuvo una intensa vida y fue definido como “salvaje, ingobernable y soberbio” por Beatrice Borromeo, en el documental que dirigió para Netflix el año pasado y que recorría sus truculentas vivencias. Ahora se ha escrito el último capítulo de su vida.
Tal y como se puede descubrir en la serie documental y también buceando por la hemeroteca, el príncipe Víctor Manuel de Saboya fue de lo más controvertido. De hecho, en España también hizo mucho ruido 20 años atrás, cuando se vio envuelto en una agria pelea durante la cena que el Rey Felipe VI y la Reina Letizia ofrecieron la noche antes de su boda. Entró en conflicto con su primo, Amadeo de Aosta, y terminó propinándole un puñetazo porque no llegaban a un acuerdo sobre quién sería el rey en el hipotético caso de que se restaurase la monarquía en Italia. Un trono vacío desde que en 1946 se votase a favor de la República y tuviese que exiliarse en Suiza junto a su madre, mientras su padre hizo lo propio en Portugal con sus hermanas.
El príncipe sin reino tuvo muchos problemas a lo largo de su vida, siendo víctima del consumo del alcohol y de su propio temperamento airado. De hecho, esto le hizo cumplir condena cuando se enzarzó en otra pelea en agosto de 1978 en la isla Caballo de Córcega que terminó en tragedia. Preso de la ira terminó disparando a su carabina hasta en dos ocasiones, con tan mala suerte que una de las balas impactó en un turista alemán, Dirk Hamer, que estaba disfrutando descansando. El herido fue trasladado al hospital, donde se le practicó una amputación que salió mal y acabó falleciendo. Pese a todo, se libró de una condena mayor, tan solo se le adjudicó un delito por uso ilegal de armas que le valió seis meses de prisión, que podría haber sido mayor si se hubiese atendido al homicidio.
Pero sus problemas con la justicia fueron mucho más allá, pues también fue investigado por un presunto delito de tráfico de armas, aunque no se logró demostrar. Eso sí, los escándalos estaban a la orden del día y estuvo un tiempo entre rejas por un delito de corrupción e incitación a la prostitución. Pero el primo del Rey Juan Carlos también causó problemas en España. Especialmente cuando habló del Emérito, dejando clara la mala opinión que tenía sobre él: “Era muy poco educado con mi mujer y conmigo cuando teníamos desencuentros. Y no sé por qué, porque fuimos muy amables y él lo sabía. Yo estaba allí. Estábamos en el exilio y solíamos dispararles a tarros y botellas en la playa de Cascais”.
Quizá por el rencor que fue acumulando por los años quiso hurgar en el capítulo más dolorosa de la vida del Rey Juan Carlos, al recordar que “Juanito la armó gorda. Le disparó a su hermano y lo mató. Se llamaba Alfonsito. No le disparó directamente, sino a través de un armario. Yo estaba allí. Fue un accidente al cien por cien, ¿eh? Escondí mi arma inmediatamente. Si no, me habrían vuelto a culpar. Después de eso lo llamó Franco y dijo: lo convertiré en rey”, aseguraba el príncipe Víctor Manuel de Saboya, que este sábado ha perdido la vida a los 87 años.
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