
Vacaciones
Alejandra de Hannover y sus vacaciones de lujo en el yate de Carolina de Mónaco: localizamos el barco en el Mediterráneo
La hija de la princesa monegasca y Ernesto de Hannover disfruta de unos días a bordo de lo que muchos denominan una casa de lujo flotante

Agosto está a la vuelta de la esquina y son muchos los que ya disfrutan de sus vacaciones. Mientras que buena parte de los mortales ha de conformarse con un chiringuito en Chipiona o la piscina comunitaria, los más privilegiados disfrutan de los planes más exclusivos, que van desde caras estancias en Ibiza a paseos en superyates en aguas mediterráneas.
Una de las que más está presumiendo de sus sofisticados días de estío en redes sociales es Alejandra de Hannover, la hija de Carolina de Mónaco y el polémico Ernesto.
Aunque nació en Austria y ha vivido en Mónaco, ha pasado parte de su vida en Francia, donde cursó sus estudios en París, en la prestigiosa escuela francesa École Diagonale, y posteriormente estudió Historia del Arte en Estados Unidos.
Alejandra mantiene un perfil discreto, pero ha sido vista con frecuencia en eventos de moda y culturales, y en los últimos meses se han incrementado sus viajes a Madrid, donde vive su padre, pareja de Claudia Stilianopoulos. Llama la atención, sin embargo, que su última visita a la capital coincidió con el ingreso hospitalario del cuñado de Alberto de Mónaco, y la joven ni siquiera se acercó al hospital a verle.
De hecho, Alejandra posó en la alfombra roja de los pasados Elle Style Awards, que se celebraron en junio en el Teatro Real, pero le faltaron piernas para salir corriendo en cuanto la prensa le lanzó preguntas sobre la salud de su padre.
El caso es que la joven Hannover disfruta ahora de unos días de desconexión en alta mar, en algún punto del Mediterráneo que ha preferido mantener en secreto. Sin embargo, LA RAZÓN ha podido confirmar que se encuentra en Córcega, concretamente en la costa más próxima a Porto Vecchio. Se trata de una zona espectacular que combina el encanto de un pintoresco casco antiguo con algunas de las playas más espectaculares del Mediterráneo. Con su puerto animado, aguas cristalinas y montañas cercanas, ofrece un equilibrio perfecto entre relax, naturaleza y cultura, situándose como un entorno ideal para quienes buscan disfrutar del sol, la buena gastronomía y paisajes inolvidables.

Como se ha comentado anteriormente, se encuentra navegando a bordo del Pacha III, una de las joyas de la familia Grimaldi. Construido en 1936 por el prestigioso astillero británico Camper & Nicholsons, este elegante barco de aproximadamente 36 m de eslora fue adquirido por Stefano Casiraghi, ex de Carolina de Mónaco, en 1989, como obsequio para cumplir el sueño de la princesa de dar la vuelta al mundo.

Tras la trágica muerte de Stefano en 1990, Carolina invirtió unos tres millones de euros para restaurar y modernizar el barco sin perder su esencia. Hoy, el Pacha III se erige como una casa flotante de lujo, un santuario íntimo donde la familia disfruta del Mediterráneo con todo tipo de comodidades.
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