Mañana, 6 de mayo, tendrá lugar la coronación de Carlos III y Camilla como reyes de Inglaterra en la Abadía de Westminster. Después de haber finalizado oficialmente el luto por la muerte de Isabel II, fallecida el pasado mes de septiembre, su hijo y su esposa serán nombrados como monarcas en una cita histórica que congregará a invitados de más de 203 países, entre los que se encuentran los Reyes de España.

Es la cuadragésima coronación de un monarca celebrada en la Abadía de Westminster. La última fue la de la reina Isabel II en el 2 de junio de 1953, hace casi 70 años cuando ella solo tenía 27. Desde ese momento, los preparativos para una nueva coronación llevan en marcha años, y se conoce como la 'Operación Orbe Dorado', correspondiendo su organización a la persona que regenta el cargo de Conde de Norfolk, Edward William Fitzalan-Howard en estos momentos. En la ceremonia, que será oficiada por el arzobispo de Canterbury, el nuevo rey será ungido por con aceite de aceitunas recogidas en el Monte de los Olivos de Jerusalén.

En el comunicado de prensa oficial que lanzó Buckingham para anunciar la coronación, el propio palacio advirtió que, aunque se iban a conservar algunos elementos centrales de la tradición, el evento iba a transmitir el espíritu del nuevo monarca y su propia visión de futuro como rey. Por eso, se esperan cambios importantes, como la duración de la celebración, que no será tan larga como la de la reina Isabel II (que duró 3 horas) o la reducida lista de invitados en comparación a las otras, que ha pasado de 8000 de la anterior a 2000, siendo mucho más inclusiva. Además, la coronación será retransmitida en directo por la televisión, para que todos los ciudadanos puedan estar, de manera indirecta, en este día histórico para Inglaterra.

Camilla Parker mañana será coronada como reina de Inglaterra y perderá el título de 'consorte', algo pedido expresamente por la reina Isabel II. La mujer de Carlos III lucirá la corona de diamantes de la reina consorte María de Teck y el monarca llevará dos. Primero, la corona de San Eduardo, la misma que portó su madre y, tras la ceremonia, la del Estado Imperial. Toda la familia real británica acudirá a la coronación a excepción de Meghan Markle, mujer del príncipe Harry, después de las desavenencias que llevan arrastrando desde hace años y que se han acentuado en los últimos meses tras la publicación de las memorias del hermano del príncipe de Gales.