Vacaciones reales
La Reina Sofía navega en alta mar en pleno duelo por primera vez desde 2018
Mientras van llegando sus nietos a Palma de Mallorca, ella realiza sus propios planes en solitario. Entre ellos, surcar el Mar Mediterráneo
No están siendo días fáciles para la Reina Sofía, que acaba de perder a uno de los pilares fundamentales de su vida. La muerte de su tío Miguel de Grecia a los 85 años de edad le ha dejado desolada, trastocando sus planes en Palma de Mallorca, donde se ha instalado como marca la tradición cuando ha llegado el verano. La triste noticia le llegó mientras se encontraba en Marivent y no se lo pensó dos veces y rápidamente puso rumbo a Atenas para darle el último adiós a su tío en un emotivo funeral celebrado el pasado jueves, donde pudo hacer piña con la familia real helena, acompañada de su incondicional hermana Irene, aquejada de problemas de salud que mantienen a la familia muy preocupada.
Pero la estancia en Palma para la Reina Sofía siempre es liberadora. En la isla balear que se ha convertido en su refugio estival encuentra consuelo en el duelo por la pérdida, pero también la paz que necesita para afrontar las dificultades del día a día. A la espera de reencontrarse con toda su familia en la casa familiar, la consorte del Rey Juan Carlos ha decidido echarse a la mar y dejar que la brisa marina se lleve sus preocupaciones. Algo que no realizaba desde el 2018, cuando fue visto por última vez a bordo de la embarcación real. Ha retomado este placer. Así se desprende de las imágenes a las que ha tenido accedo La Razón y en las que se puede ver a la Emérita en plena travesía por aguas del Mediterráneo, con la vista fijada en el horizonte. Unas vistas que la tienen maravillada y en las que se pierde para liberar la cabeza de contratiempos.
En Palma la Reina Sofía se muestra más natural que nunca. Durante sus vacaciones de verano en la isla que ha servido de refugio para los Borbón, la soberana se permite el placer de aparcar un poco sus responsabilidades. La agenda oficial le tiene reservados algunos quehaceres durante su estancia en Marivent, pero también deja claro su deseo de descansar y llevar a cabo sus propias tradiciones. Así hizo la semana pasada cuando fue vista comprando en unos grandes almacenes, como suele hacer religiosamente cada año antes de la llegada de sus nietos para tenerle un obsequio preparado. Y es que, durante estas semanas estivales, Doña Sofía quiere ejercer más de abuela que de reina, siendo numerosos los ejemplos, como cuando sacó a pasear un bolso con las caras de sus nietos en un acto frente a la prensa.
Durante todo el año, la Reina Sofía permanece alejada de sus nietos. No puede disfrutar de ellos tanto como le gustaría, siendo difícil encontrarse con alguno de ellos, mientras que otros están siempre cerca. Por ello, las ilusiones que deposita en Palma son ingentes, pues es el periodo en el que su familia se reúne como no pueden hacer a lo largo del año. Así, todos se muestran más distendidos, con una actitud más relajada y pudiéndose dar licencias en cuestiones de protocolo y códigos de vestimenta. Especialmente en aquellos planes privados que no se recogen en la agenda oficial, como así ha sucedido ahora con la salida a alta mar de la Reina Sofía, tras la muerte de su tío Miguel de Grecia y a la espera de recibir a su familia en la isla para dar comienzo a sus verdaderos días felices.
✕
Accede a tu cuenta para comentar