Anécdota
La Casa Azul de Lucía Bosé reabre como alojamiento rural
Los propietarios han mantenido la pintoresca estética de esta vivienda situada en la localidad segoviana de Brieva
La imaginación de los huéspedes puede echar a volar entre las paredes de la llamada Casa Azul, la vivienda que perteneció a la actriz y modelo Lucía Bosé hasta su fallecimiento. Está situada en la pequeña localidad de Brieva, en Segovia, y se puso a la venta en abril de 2021, un año después del fallecimiento de su propietaria. Según anuncia el portal inmobiliario Idealista, ahora tendrá una nueva vida como alojamiento rural.
La venta arrancó con un precio inicial de 430.000 euros, pero la falta de interés en su adquisición provocó las sucesivas rebajas que tuvieron que hacer los herederos. Hasta conseguir nuevo propietario, la mítica vivienda no ha dejado de recibir la visita de curiosos que llegaban hasta ella atraídos por la tonalidad azul, que aún se mantiene, y su historia. Aquí pasó la italiana sus últimos veinte años de vida y fue el punto de encuentro de amigos ilustres y celebridades. También sirvió de refugio para su nieta Bimba Bosé, fallecida en 2017. Su ubicación, a los pies de la Sierra de Guadarrama, y su población, inferior a cien habitantes, hizo que este fuera el lugar perfecto para encontrar esa tranquilidad y anonimato que buscaba la matriarca de los Bosé y sus familiares cuando la visitaban. Perfecta también para mantener sus emblemáticos diálogos con los ángeles a quienes dedicó su particular museo en una antigua fábrica de harina. No obstante, este sueño artístico y espiritual se vio posteriormente frustrado.
Capacidad para 28 personas
Cada muro o piedra de esta construcción rústica de 430 metros cuadrados está sembrado de anécdotas. Se distribuye en tres plantas, dispone de 12 camas (además de varios sofás cama) y tiene capacidad para 28 personas. Los nuevos propietarios han conservado el carácter que le dio la artista italiana: chimenea, vigas de madera, color azul en la fachada y otros elementos y un fresco del artista italiano Emilio Farina. También se ha dejado intacta la fuente del patio y la estructura de una de las camas. Parte de los sanitarios, así como la piscina climatizada, se han modernizado.
El azul Klein, el mismo que lucía en su cabello, no es el único color que marca la Casa Azul. Los toques verdes, amarillos canario y rosa empolvado reflejan la personalidad de una de las mujeres más carismáticas de la vida artística española. Disfrutar de este trocito de historia tiene un coste de alrededor de 650 euros por noche, de acuerdo con la información de este portal.
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