Un año después

El misterio sin resolver de la muerte en Marbella de la princesa catarí Kasia Gallanio

Se barajaron las hipótesis del suicidio y la sobredosis como causas de su fallecimiento.

Kasia Gallanio, ex princesa de Qatar
Kasia Gallanio, ex princesa de QatarAgencias

Hace poco más de un año, el 29 de mayo de 2022, se encontró el cuerpo sin vida de la exprincesa de Catar Kasia Gallanio. Tenía 46 años. Una muerte que no aclaraba su autopsia y que requería de un estudio complementario que determinara la causa del fallecimiento. El suicidio y la sobredosis fueron hipótesis que ya entonces se barajaron.

Con motivo del primer aniversario de su muerte, su hija, la princesa Malakakh ha publicado un emotivo mensaje en su memoria: «Hace un año nos dejaste mamá para ir al cielo a pesar del mal tiempo. El dolor sigue siendo tan fuerte. Cada día que pasa estás en mis pensamientos. Te amo mucho, te extraño mucho. Descansa en paz princesa K. Nunca serás olvidada».

Dos meses antes de su muerte, Kasia Gallanio le dedicaba a sus tres hijas un mensaje que parecía premonitorio: «Mis queridas. Nunca olvides que te quiero mucho. La vida está llena de momentos difíciles y buenos momentos. Si en ciertos momentos os sentís abrumadas…..No olvidéis quiénes sois…..Enderezad vuestras coronas y sed valientes….Aprended todo lo que podáis y sed mujeres increíbles, inspiradoras, poderosas y compasivas».

El día de su fallecimiento, la Policía Nacional se personó en su domicilio de Marbella. Había sido su hija menor quien había alertado desde Francia a los cuerpos de seguridad de que no lograba contactar con su madre desde hacía varios días. Todo hacía presagiar la tragedia. Los agentes encontraron el cuerpo sin vida de la expareja de Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, tío del emir catarí, sin aparentes signos de violencia.

La muerte llegaba tras años de litigio por la custodia de sus tres hijas menores. Diez días antes de su muerte, el 19 de mayo, un tribunal de París había desestimado los requerimientos de la Kasia.

Según Le Parisien, Gallanio había estado hospitalizada meses antes, había sufrido diversas crisis nerviosas e incluso se había sometido a curas de desintoxicación. Con estos antecedentes no era de extrañar que el mencionado tribunal de París esperase lograr una evolución psicológica de la exprincesa para conocer cuál era realmente la situación familiar.

Carmen Lomana conoció a la ex princesa Kasia Gallanio en Marbella
Carmen Lomana conoció a la ex princesa Kasia Gallanio en MarbellaCarmen LomanaCarmen Lomana

Una de las hijas de la pareja, además, había denunciado en abril haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de su progenitor desde los 9 a los 15 años. La Fiscalía de París abrió una investigación bajo la premisa de un presunto delito de agresión sexual agravada, a cargo de la brigada policial de protección de menores. El entorno del jeque desmintió las acusaciones.

Tras su fallecimiento, la abogada de Kasia, Sabrina Boesch, manifestó que «mi clienta se vio devastada por esta decisión y considero que ha muerto de pena». La letrada se había trasladado a España para reconocer el cadáver junto a las hijas mayor de la mujer, de 17 años.

Kasia Gallanio en una imagen de redes sociales
Kasia Gallanio en una imagen de redes socialesInstagram

Por el contrario, la menor de las tres hermanas, de 15 años, vivía con él en un palacio de 5.000 metros cuadrados situado en la avenida Montaigne de París, pero no en las mejores condiciones, ya que estaría « aislada del mundo y en situación de abandono escolar», tal como publicaba Le Parisien.

"The Daily Beast" hablaba en esas fechas con algunos amigos de Gallanio, y todos veían poco plausible la teoría de que hubiera muerto de una sobredosis de droga, pues consideran que llevaba una vida sana. Es más, manifestaban que le preocupaba mucho su figura y su salud. El suicidio no era una opción para su entorno. «Estoy 100 por ciento seguro de que no murió de una sobredosis», manifestó al mencionado medio su amigo y confidente Louis Spagnuolo, un empresario estadounidense. «No se suicidó. Nunca hubiera dejado a sus hijas y no consumía drogas».