Clara Montes: «Me gustan los morenos agitanados»

–«Vuelvo a Antonio Gala». ¿Por qué?

–Era una deuda con Antonio, con el público y conmigo misma. Las deudas conviene pagarlas, y más en tiempos de crisis.

–¿Está el poeta tan mal como él dice?

–Lo ha pasado mal, pero ahora está mejor. Mermado, pero mejor.

–Es que ha anunciado su muerte varias veces...

–Debe de ser que siente la necesidad de despedirse con tiempo.

–Un disco lleno de sentimientos. ¿Gala es un sentimental o...?

–Creo que si no fuera sentimental no podría ser poeta.

–¿Qué le duele más al poeta?

–Que le olviden.

–¿Qué ama más?

–A sí mismo.

–Me dijo en una entrevista que el amor es un trastorno mental transitorio.

–El pasional, sí. Pero el amor a un hijo no es transitorio.

–De la felicidad me dijo Gala lo mismo: que también es transitoria...

–Eso es una gran verdad. Sólo conocemos momentos felices, ratos felices.

–Él se refugia en la serenidad y la soledad. ¿Y usted?

–Tenemos un refugio parecido. Yo he gustado de la soledad desde pequeña. Es necesaria para crear.

–El valor más importante para Antonio era la alegría. ¿Cuál será ahora?

–La salud, sin duda.

–¿Sabe qué maldice?

–Me imagino que la enfermedad.

–¿Y sabe qué espera?

–Que le llegue su hora lleno de serenidad y rodeado de sus amigos.

–Canta «Arrebátame». ¿Qué le arrebata de Gala?

–Su picardía y su ingenio brillante y siempre joven.

–«El enamorado». ¿Qué le enamora a usted?

–La lealtad, la alegría, la honradez, el humor...

–Todas dicen lo mismo y luego se van con Brad Pitt...

–No está mal para un rato, pero a mí me gustan los morenos agitanados.

–«Volé contigo». ¿Vuela con Antonio?

–Con su poesía.

–Ahí no hay cancelaciones ni lista de espera...