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El divorcio de Haya pone en jaque a Isabel II

La separación matrimonial de la joven y el jeque Sheikh Mohammed podría provocar un conflicto diplomático.

Haya de Jordania y su todavía esposo el jeque Sheikh Mohammed. Foto: Gtres
Haya de Jordania y su todavía esposo el jeque Sheikh Mohammed. Foto: Gtreslarazon

La separación matrimonial de la joven y el jeque Sheikh Mohammed podría provocar un conflicto diplomático.

El divorcio entre el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum, de 69 años, y su sexta esposa, la princesa Haya de Jordania, de 45, podría provocar un conflicto diplomático entre Emiratos Árabes Unidos y Gran Bretaña. La separación, iniciada en los tribunales de justicia inglesa, pone a Isabel II en una situación más que comprometida, ya que la monarca es amiga de ambos cónyuges. Además, estamos ante uno de los divorcios más caros de la historia, dada la fortuna del emir y de la hija del fallecido rey Hussein I, y por ello no han dudado en contratar a prestigiosos bufetes de abogados para reclamar sus derechos.

El emir Sheikh Mohammed ha pedido ayuda a Helen Ward, una reputada letrada británica que se encargó de la separación de Guy Ritchie y Madonna. También, el gran jefe de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone contó con su despacho para separarse de su segunda esposa, Slavica. Y lo mismo ocurrió con la cantante de pop Cheryl Cole y su divorcio del futbolista Ashley Cole. La princesa Haya, por su parte, también ha recurrido a los servicios legales de una de las abogadas más fuertes en temas de Derecho de Familia. En concreto, a Fiona Shackleton. Fue ella la que tramitó la separación de Carlos y Diana de Gales, así como también la del príncipe Andrés y Sarah Ferguson.

Unidos por los caballos

En medio de esta polémico divorcio se encuentra Isabel, quien comparte amistad con ambos cónyuges ahora enfrentados en los tribunales. Una amistad en buena parte motivada por el amor que tanto el matrimonio como la monarca sienten por los caballos, así como por la excelente relación diplomática entre la monarca británica y Hussein I, padre de Haya. Isabel II conoce al jeque desde hace años. Sus establos Godolphin en Newmarket, Suffolk, son una de las organizaciones de carreras más exitosas del mundo. Isabel II coincidió con él por última vez en Royal Ascot,la prestigiosa carrera de caballos que tiene lugar en la capital británica. Sorprendentemente, en esa ocasión Haya no hizo acto de presencia, provocando las primeras sospechas sobre su desaparición. Sin embargo, días antes, propietaria de varios caballos de carrera, se reunió con la reina en privado para tomar el té en el castillo de Windsor durante el Royal Windsor Horse Show de mayo de este año. Justo dos semanas antes de que el jeque emprenderá acciones legales contra su esposa. Los registros de la Corte Suprema muestran que presentó una solicitud para ser escuchada el 22 de mayo ante el juez Moor. Dichas audiencias se llevan a cabo en privado y el resultado se desconoce. Los registros de la corte muestran que una audiencia nueva está prevista para el 30 de julio ante el presidente de la División del Tribunal de Familia. En principio, los informes que emanaban del Golfo sugerían que la princesa Haya había buscado un santuario en uno de los palacios de la reina. De ser cierto, tal movimiento sería potencialmente embarazoso para la familia real británica y sus tradiciones de juego limpio e imparcialidad.