Crónica

Bustamante: su vida fuera de foco con Yana

Tras unos meses convulsos por su divorcio de Paula Echevarría, del que hace ahora tres años, el cantante empieza a levantar cabeza y disfruta de un buen momento con su pareja

David Bustamante y Yana Olina
David Bustamante y Yana OlinaDavid BustamanteDavid Bustamante

Pues no. David Bustamante y Yana Olina no se casan. No están embarazados. No parece que sufran crisis alguna en su relación, ni hay polémica que les salpique. Sin embargo, hay muchos cambios en sus vidas, sobre todo, en la del cantante. Viven en un segundo plano mediático que parece de todo menos fortuito, y que, según sus amistades, les ha dado una paz que llevaban mucho tiempo necesitando. Pero que la calma se haya instalado en la pareja no quiere decir que ellos estén parados. Todo lo contrario. Solo hay que fijarse en los pequeños detalles para darse cuenta de que Bustamante está muy centrado en construir una nueva imagen pública que deja atrás a la de hombre polémico, tenso y a la defensiva que mostró cuando se hizo público su divorcio de Paula y, luego, su nueva relación.

Es más, obligado por las circunstancias y la dificultad que ha generado la complicada situación sanitaria que vivimos, el cántabro ha sabido subirse al tren de los nuevos proyectos, aunque eso implicara que en cierto modo su música pasase a un segundo plano durante una temporada. En los últimos meses ha encadenado dos programas de televisión, ya que se atrevió con «El desafío», donde se mostró muy competitivo, y actualmente graba la siguiente temporada de «MasterChef Celebrity», sin duda un reto que requiere de autoexigencia para estar a la altura de un jurado que no perdona. También se ha atrevido con el mundo de la literatura, y, junto a la revista «¡Hola!», y coincidiendo con que este año celebra el 20 aniversario en el mundo de la música, Bustamante ha querido dar forma a unas memorias en las que habla de los momentos que más le han marcado hasta ahora. Y en ellas no ha evadido los últimos años, que han sido los más convulsos, sobre todo, en lo personal.

Así, en 2017 puso fin a su matrimonio de doce años con la actriz Paula Echevarría, juno a la que tuvo a su única hija, Daniella. Un divorcio que leo puso en el foco de la noticia durante meses, algo que nunca ha llevado muy bien y de lo que siempre ha preferido huir. Y en este último año también sufría dos duros golpes: por un lado, el fallecimiento de uno de sus grandes amigos y compañero de profesión desde el inicio de ambos en «Operación Triunfo», Álex Casademunt, en un accidente de tráfico. Y, por otro, el pasado mes de marzo se resolvió el litigio judicial que llevaba manteniendo durante cinco años con su ex asesor Fernando Manjón y que no fue favorable para David, ya que el juez no le dio la razón y además lo condenó a pagar las costas.

A pesar de las circunstancias, Bustamante está pasando por uno de los momentos más serenos de su vida. Yana Olina, su pareja desde hace tres años, se ha convertido en un pilar fundamental y ha logrado con ella algo que siempre fue un problema con Paula, que se sienta una más en San Vicente de la Barquera. Allí reside la familia y los amigos de toda la vida de David y para él es muy importante que su pareja se sienta cómoda en el lugar donde él es más feliz. Y es que personas cercanas a los suyos confirman a este medio que la bailarina ha sido muy bien acogida en su entorno y que ella parece encantada cuando viajan al norte.

Mejor con su ex pareja

Asimismo, también con su ex mujer las cosas parecen ir cada vez mejor. Si un día decidió no saber nada de ella, ni siquiera a través de las redes sociales, ahora todo ha cambiado. David vuelve a contarse entre los followers de Paula Echevarría e incluso le escribe comentarios cuando el post tiene que ver con su hija. Parece que atrás quedaron los malos rollos, ambos son felices de nuevo y Daniella seguro que les agradece mucho a sus padres que el ambiente sea lo más distendido posible entre ellos.

Otro de los pequeños detalles donde se nota que David se encuentra bien es en su físico. Él mismo ha confesado sin tapujos que hubo temporadas en las que le costó mantenerse en forma porque no estaba bien emocionalmente, y que sus fluctuaciones de peso le han afectado mucho a nivel anímico. Ahora, asesorado por un preparador físico y una nutricionista, hace gala orgulloso de su y trabajado cuerpo. Además, acaba de estrenar casa, y no un pisito sencillo como en el que vivía de alquiler en Pozuelo de Alarcón tras la separación, sino un chalet de 287 metros cuadrados distribuidos en tres plantas en una urbanización de lujo en Boadilla del Monte. A través de sus últimas publicaciones de Instagram hemos podido conocer algunos de los rincones de este nuevo hogar que comparte con Yana y su hija. Sin duda, un buen lugar donde disfrutar de este dulce momento que le ha regalado la vida y de esta segunda oportunidad que él mismo se ha trabajado para ser feliz desde la más absoluta tranquilidad.