Entrevista

Carla de La Lá: “No me subo al barquito de las modas. Prefiero nadar sola”

La escritora y periodista presenta una novela de pasiones no correspondidas y fiestas disparatadas, como las suyas, donde «conviven fanáticos de Vox y de Podemos

Carla de La Lá
Carla de La LáAlberto R. RoldánLa Razón

Carla de La Lá (Vitoria, 1977) es escritora y periodista, profesora de Universidad y directora de la agencia de Comunicación Globe Comunicación de Madrid. Ha colaborado con numerosos medios como «esRadio», «El Mundo», «Telva», «Vaniy Fair» o LA RAZÓN, entre los que destaca, por su originalidad y frescura, su actividad como columnista de opinión, tanto política como de estilo de vida. Madre de dos niños y casada tres veces, dos de ellas con Felipe Álvarez de Toledo. Ahora, además, escritora. Acaba de publicar «Qué te importa que te ame» (Planeta), «una novela de pasiones no correspondidas, desamores y ausencias, fiestas disparatadas, hilarantes conversaciones, amigas, perros, tóxicos y un fantasma», según la autora.

¿Qué es más duro dar a luz o escribir un libro?

Yo di a luz a mi primer hijo sin anestesia, que es tremendo, como si te sacaran una mesa por la boca, pero lo de la novela ha sido peor. Imagino que si uno solamente se dedica a eso la cosa se simplifica algo, pero aun así, requiere de una fuerza y una disciplina extraordinarias. Sin hablar del contenido… En mi caso supuso varios años sin fines de semana, sin vacaciones y convertida en una trapera del sueño…

¿Cuál es la clave de su éxito en redes sociales?

La clave de mi éxito en redes (no creo que tenga tanto éxito... ojalá) es que soy enormemente sincera, caiga quien caiga, no protejo a nadie (incluso cuando la que cae soy yo) y no me subo al barquito de las modas ni las corrientes mayoritarias, prefiero nadar sola, me río de los tiburones. Y ellos, conmigo.

Nació en el seno de una familia de humanistas, ¿eso ha influido en su pasión por la literatura?

Crecí en un entorno heterogéneo, transcultural y muy intelectual; mi madre tiene varias novelas sin publicar... mi padre publicó un libro de filosofía y escribe poesía; todos mis abuelos han escrito, varios tíos. La ciencia y las letras estaban presentes en las comidas y reuniones, con interesantes debates donde se respetaba exquisitamente la diferencia. Eso ha marcado mucho mi forma de pensar, de escribir y de vivir... En mis fiestas conviven fanáticos de Vox y de Podemos... Yo simpatizo con todos y soy capaz de tolerar y admirar al que no piensa como yo. Hay que ser muy inseguro para encolerizarse cuando a uno no le dan la razón...

¿De quién ha heredado su sentido del humor?

El humor también es constante en mi familia. Una de las pocas cosas que nos tomamos en serio. Y como dice mi hermano mayor, psiquiatra: desdramatizar es un básico en la salud mental.

¿Qué le cuesta más escribir columnas o novelas?

La novela es mucho más grande y laboriosa que la columna, es muy complejo idear una historia larga (la mía 90 años de historia) y mantener el tono, el ritmo y las ganas de continuar con él mientras ves pasar los meses por la ventana… Sin embargo, la columna es un género literario en toda regla y me encanta. Y cuesta muchísimo más de lo que parece, por no hablar de la exposición constante de tu opinión, que además de cansar, enfada… como es normal.

Su vida bien podría ser el guión de una novela...

¡Definitivamente sí! Es más, si yo contara en una novela o escribiera en un guion algunos pormenores (o pormayores) de mi vida personal, los receptores se reirían y dirían que no es creíble. La realidad supera con creces la ficción.

Carla de La Lá
Carla de La LáAlberto R. RoldánLa Razón

¿Qué recuerdos guarda del colegio de monjas?

De mi colegio de monjas saqué grandes amigas y poco más, no recomiendo ese tipo de educación en absoluto... Aunque hay que reconocer que salimos todas de ahí muy finas y educaditas.

A usted nadie le ha regalado nada...

Esto es importante, se me ha acusado (por mis compañías… o las fotos o las fiestas delirantes de mi Instagram) de haber tenido una vida muy fácil y haber sido «colocada» profesionalmente ¡¡nada más lejos!!... Yo llegué a Madrid sola con 19 años, sin conocer a nadie y en segundo de Periodismo comencé a trabajar mientras estudiaba; así toda la carrera, incluyendo veranos y vacaciones... Llevo media vida pluriempleada y trabajando a destajo. Por eso, cuando mis hijos me dicen ¡qué suerte has tenido! Respondo: ¿suerte? ¡Ponte a currar!

¿Dónde quedan sus oposiciones a conservador de museo?

Sí. He estudiado más Historia del Arte que Periodismo. Un año y pico me encerré en la biblioteca para opositar al cuerpo de conservadores, pero se me cruzó el amor, un amor que pudo con todas las obras de cuantos artistas han existido; a corto plazo comprendí que no tenía ni la concentración ni las ganas de continuar esa vida monacal y lo dejé. Busqué trabajo, me reenganché al periodismo y hasta hoy.

¿Se considera feminista?

Sí. Pienso que todos somos feministas. Al que dice que no, habría que preguntarle qué problema tiene con la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres. Y lo curioso es que las mujeres de ahora no somos más libres que nuestras abuelas, ni más felices, y dudo mucho que las generaciones venideras lo sean.