Ruptura

Íñigo Onieva blanquea su imagen y planea un futuro sin marquesa

Ella insiste en que le ha perdonado pero que en sus planes no está volver con su ex

Iñigo Onieva
Iñigo OnievaSergio R. MorenoGTRES

Cuando se acaba el amor, ¡se acaban tantas cosas! Que se lo digan aÍñigo Onieva que va a tener que decir adiós a las paellas de Isabel Presyler los fines de semana y a su famosa tarta de melocotón. Si queréis la receta, Tamara Falcó, alumna aplicada del Cordon Bleu, la ha puesto por escrito en su famoso libro «Las recetas de casa de mi madre». Y sí, mami, solo hay una, y aunque sea la cocinera Ramona la que cocine, es ella la que se ocupa bien de que no les falte de nada a sus hijos, porque Tami ha vuelto a la casa familiar de Puerta de Hierro para sentirse arropada y querida.

Todos han hecho piña a su alrededor, y su hermana Ana Boyer ha vuelto a casa antes de Navidad con sus dos pequeños, y ya sabemos que si hay algo que quita las penas son los niños. Jugar, corretear detrás de ellos, escuchar sus interminables peroratas, etc. hace que no quede tiempo para pensar en nada, ni en anillos abandonados, ni en ex prometidos, ni en nada. Pero si de pronto aparece un flash de antigua felicidad, el trabajo también ayuda a tener la cabeza ocupada y centrada, por eso Tamara ha volcado toda su pasión en el proyecto de la finca El Rincón y en sus cientos de compromisos publicitarios porque Tamara vende todo.

El precioso palacio que heredó de su padre, el marqués de Griñón, situado en la localidad de El Fresno, es donde Carlos Falcó residió con su última mujer, Esther Doña, que tampoco ha tenido la oportunidad de celebrar allí su boda porque el juez le ha salido rana, o ha salido ella rana… ¡vete tú a saber! En esa finca hay algún sapo, pero sobre todo es conocida porque se hacían cacerías desde tiempos del Rey Alfonso XIII. Y no, después de la famosa ruptura no hay nadie tan despechado que necesite reparar su honor, ya que la tristeza que siente Tamara es normal, porque su proyecto de vida en común con Íñigo ha terminado, pero ella le ha perdonado de corazón.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó
Íñigo Onieva y Tamara FalcóSergio R. MorenoGTRES

Todas las noticias de estas semanas de viajes, México, Domund y peregrinación a Lourdes incluida, no estaban ni guionizados ni tenían ningún motivo oculto, ya que estaban agendados desde hace tiempo. Pero es que ella es católica y aunque muchos nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, la verdadera fe consiste en eso, confiar en que Dios tiene un plan para ti y que, aunque en el momento no lo veas y sufras, llegará algo más gozoso. Ella lo dice mucho: «Dios proveerá». Y si de algo presume Tamara, bueno, más bien se enorgullece, es de haber descubierto el camino de la fe. Viniendo de una familia con tantos matrimonios y escándalos por las dos partes quizás, como dice ella, ha sido la elegida en su familia por el Señor para mostrarles un poco el camino y acercarles a Él.

Y a pesar de ese camino, lo cortés no quita lo valiente, y Tamara, por mucho que Íñigo insista en recuperarla y confiese que es y será la mujer de su vida, no va a ofrecer la otra mejilla. Perdonado está, pero el dolor sigue ahí y la confianza perdida no se puede recuperar, porque sin admiración no hay amor. Porque no solo hay un beso festivalero, hay más cosas, y hasta ahí puedo leer. En cualquier caso, de su boca nunca se oirá ninguna mala palabra para él, porque con ella ha sido un señor.