Religión

Tamara Falcó, la Iglesia y la campaña de Hacienda: fichaje nulo

La Conferencia Episcopal nunca pensó en la marquesa de Griñón como embajadora

Tamara Falcó en Lourdes
Tamara Falcó en Lourdesinstagram

Tamara Falcó no se va a marcar un anuncio televisivo a lo Bárbara Rey con Hacienda, pero en modo parroquia sin caravana de circo de atrezo. «Ángel Cristo, nuestro hijo y yo somos una familia feliz. Hemos hecho la declaración del impuesto sobre la renta», verbalizaba la actriz en un blanco y negro setentero, mirando a cámara, para convencer a los españoles de que «no se puede ser feliz engañando». La marquesa de Griñón no le seguirá el paso. El Episcopado español desmiente «de forma categórica» que vayan a ficharla para sugerir a los españoles que respalden con parte de lo recaudado vía impuestos a la labor evangelizadora y social que la Iglesia realiza a través de las parroquias, colegios, residencias, comedores sociales, hospitales…

Recuperamos los vestidos románticos y sueltos para unas cálidas vacaciones de Navidad
Recuperamos los vestidos románticos y sueltos para unas cálidas vacaciones de Navidad@tamara_falco

A pesar de que en estos días se ha especulado con la posibilidad de que la hija de Isabel Preysler se convirtiera en la imagen de la campaña para invitar a los contribuyentes a marcar la casilla de la Iglesia en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), este hecho nunca se ha puesto sobre la mesa en las múltiples reuniones que a lo largo del año tienen lugar a tal efecto en la madrileña calle Añastro, sede de la Conferencia Episcopal. Es allí donde el equipo del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, al que se unen algunos colaboradores externos perfilan uno de los proyectos de incidencia y sensibilización a la ciudadanía que más recursos se destinan, habida cuenta de que en torno a la primavera se despliega en presencia en televisión, radio, y redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram y Tik Tok), además de distribuir hasta un millón de ejemplares de un folleto específico en prensa nacional y templos de todo el país. Según la Memoria de Actividades de la Iglesia, anualmente se destinan unos 5 millones de euros en conjunto a esta campaña de la asignación tributaria y a la vinculada al Día de la Iglesia Diocesana, que recupera gracias a los más de 295 millones anuales que recibe a través de este particular referéndum.

No a las «celebrities»

Así pues, no sería un problema de liquidez el que frenara la contratación de Tamara, sino de concepto. Según explican fuentes episcopales, no se ha pensado en ella, como tampoco se ha pensado en ninguna «celebrity» que pudiera ejercer como aval para dar credibilidad y empaque a la conocida campaña «Xtantos». Eso no significa que se tire por tierra la presencia de la «socialité» como católica en la vida pública. De hecho, valoran «todas las colaboraciones que, de forma desinteresada ha llevado a cabo con diferentes entidades católicas». En este plano, se encontraría su apoyo a la asociación Mensajeros de la Paz del padre Ángel y su implicación como embajadora de Scholas Ocurrentes, la fundación con fines educativos creada por el Papa, que propició que pudiera conocer a Francisco en Roma en diciembre de 2019. Todo, amén de los mensajes y retransmisiones confesionales que lanza por su cuenta en redes sociales, compartiendoh sus «macrofiestas» del rosario, sus viajes a Lourdes...

En el «no» tiene que ver además aquello de que los tiempos de Dios no son los tiempos del hombre. O, dicho de otra manera, cualquier entidad que en estos meses busque posicionarse mediáticamente sabe que implica una repercusión directa contratar a Tamara, sea en un «photocall» o para a una colección cápsula de una firma de moda. Sin embargo, la atemporalidad eclesial lleva a ir más allá de un instante coyuntural. Es más, se buscaría huir de ello para evitar que cualquier sobresalto vinculado a un tercero, en este caso, la marquesa de Griñón, pudiera rozar lo más mínimo a la «marca» Iglesia en una cuestión tan delicada como el cepillo y los fines a los que se destina. No se ha contratado a un famoso desde que en 2006 se acordara el actual modelo de financiación que suprime la dotación directa del Estado y establece la asignación del IRPF que recibe la Iglesia en un 0,7 por ciento. Los protagonistas seguirán siendo los sacerdotes, religiosos y laicos anónimos que se entregan sea en Cáritas o dando catequesis en una zona rural, así como los beneficiarios de esta labor pastoral y social.