Entrevista
Ana Torroja: "Nunca supe gestionar la fama; ni la quiero ni la necesito"
Recibirá el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de Grabación, un reconocimiento que le llega «en un momento muy especial»
Con casi 50 años sobre los escenarios se ha consagrado como una de las voces del pop en español más importantes. ¿Su secreto? Se reinventa cada día que pasa, aunque sabe que podría no hacerlo y seguir llenando conciertos. En reconocimiento a esta trayectoria, Ana Torroja será galardonada por la Academia Latina de Grabación con el Premio a la Excelencia Musical, que se entrega a los artistas que han hecho grandes aportaciones a la música en nuestro idioma.
¿Cuál cree que ha sido la suya a la música latina?
Mis canciones, que son eternas. Han ido heredándose de generación en generación. Mi aportación ha sido cantarlas y conectar con la gente, emocionarla a través de la música. Me enorgullece mucho, porque no es fácil tener tantas canciones eternas, y no solo por la parte de Mecano, también de mi carrera en solitario.
¿Se acostumbra a estos reconocimientos o hacen aún ilusión?
Este premio me llega en un momento muy especial. Estaba pensando qué podía hacer que no hubiera hecho ya, y esto es como un empujoncito para mí, una motivación. Me apasiona lo que hago, pero a veces te preguntas: «¿Qué ofrezco que no haya ofrecido ya?». Este premio es como si alguien me dijera: «¡Sigue!».
A lo mejor el público no necesita nada nuevo de usted.
Lo que pasa es que yo me complico la existencia. A mí sí me gusta hacer algo diferente, necesito esa motivación de buscar algo que no haya hecho, trabajar con gente nueva, seguir aprendiendo, que me sigan enseñando cosas nuevas…
¿Por qué es imposible que vuelva Mecano?
Porque cada uno ha seguido un camino muy diferente y ya no convergemos en ninguna parte. Hace varios años hubo bastantes intentos, pero no pudieron llegar a buen término porque los intereses no coincidían. En cualquier caso, si alguien quiere escuchar a Mecano, que venga a verme, la voz del grupo soy yo. Mecano no ha muerto, y aunque yo ya no esté aquí, Mecano seguirá vivo.
¿Qué es lo más valioso que le ha dado su carrera?
Me ha hecho lo que soy hoy. Mi vida ha estado ligada a la música desde pequeña y he evolucionado y crecido con ella, para lo bueno y para lo… Te diría que solo para lo bueno, porque estoy muy contenta con lo que soy. Todos esos tropiezos en el camino me hacen crecer y no cambiaría nada del pasado. Estoy encantada con todo lo que he conseguido.
¿Y qué le ha quitado?
Aunque la he vuelto a recuperar, me quitó la privacidad. Hice un trabajo de campo durante todos estos años para que la gente entendiera que hay una línea que no se puede cruzar. La parte de la fama nunca la supe gestionar bien. No me gusta, ni la necesito.
Celebró la victoria de la selección femenina en el Mundial. ¿Le da pena que se haya empañado por la polémica de Rubiales?
Sí, porque ha empañado un hito histórico. Las imágenes hablan por sí solas, y a mí no me gusta lo que vi, pero sí me hubiera gustado ver repetido el gol de Olga tantas veces como vimos el de Iniesta. Es una pena que este tipo de actos empañen algo tan importante. Si hay algo que denunciar, que se denuncie, por supuesto, pero me entristece que se haya olvidado que son campeonas del mundo.
¿Es difícil llegar lejos en la música siendo una mujer?
Al principio, a mí sí me costó. En las casas de discos, a Mecano nos decían que no «porque las mujeres no vendían en la música». En aquella época, es verdad que no había grupos con voces femeninas en España, pero nosotros fuimos andando un camino en el que estamos ahora y en el que la mujer tiene su lugar como el hombre.
¿Le costó construir su carrera en solitario?
Sí, porque no sabía cuál era mi sitio, tenía que encontrarlo. Tuve que ir probando, y al final descubrí que no tengo un estilo concreto, que mi estilo es mi voz y eso me permite hacer muchas cosas en la música. Pero sí, fue difícil porque tenía que empezar de cero. Por eso decía antes que siempre busco algo que sorprenda al que escucha, porque si no, te vas. Tengo la suerte de que podría seguir haciendo conciertos sin nada nuevo, pero eso no me gusta.
Dice que le gusta sorprender… ¿Qué le queda por hacer?
Me hubiera gustado hacer una incursión en el cine. Lo mismo llega, aunque ya estoy un poco mayor (ríe). Recuerdo cuando Nacho salía con Penélope y yo iba a verla a los rodajes porque me encanta ese mundo y lo disfrutaba mucho.
¿Y qué hace cuando se baja del escenario y de los tacones?
Cosas muy normales. Me gusta leer, ver series, mis rutinas de ejercicios… Me apasiona viajar con tiempo y pasear las ciudades, estar con mi familia. Adoro la fotografía y me suelo ir por ahí a hacer fotos, y aunque me cuesta estar parada, a veces simplemente me siento en el sofá a tontear.
¿Cómo se ve dentro de 10 años?
Más bien, cómo me gustaría estar… «Virgencita, que me quede como estoy» (ríe). Para mí, lo más importante en la vida es la salud, y me gustaría seguir teniendo buena salud para disfrutar de la música o de lo que me toque en ese momento.
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