Luces y sombras
Blanca Romero, sin filtros: "El nacimiento de mi hija fue traumático, podía haber muerto"
En plena grabación de su nueva serie, la actriz repasa su vida entre luces y sombras, y reafirma su vínculo eterno con Cayetano Rivera
A sus 49 años y en una etapa de plenitud emocional y profesional, Blanca Romero se muestra más transparente que nunca. La actriz, que actualmente rueda la serie "Pura sangre" para Telecinco, ha vuelto a abrir su corazón para hablar de los momentos que marcaron su historia -algunos luminosos, otros profundamente dolorosos- y lo hace sin necesidad de dramatismos, pero con la crudeza de quien ha vivido y ha sobrevivido.
Romero recuerda con precisión quirúrgica el día en que se convirtió en madre, en septiembre de 1998. Fue, como ella misma ha descrito en declaraciones a Europa Press, un parto traumático que pudo costarle la vida. "El médico me dijo que podía quedar en silla de ruedas, coja o que podía haber muerto… y la niña camina, desfila, está sana y está bien", explica con emoción contenida. Su hija, Lucía Rivera, hoy convertida en modelo como ella, es su gran orgullo y su testimonio viviente de fortaleza.
Reconciliada con el pasado
Criar sola a Lucía en medio del vértigo de las pasarelas fue otro de los retos que Blanca enfrentó sin manual. "Muchas veces nos sentimos culpables", reflexiona al recordar los constantes viajes que la alejaban de su hija. Pero no se arrepiente: "Jamás renegaría de lo que me dio de comer. Tanto es así que hoy en día incluso ella ejerce de eso". Es su manera de reconciliarse con un pasado en el que fue madre soltera, profesional exigente y mujer resiliente.
Y si hay un capítulo de su vida que sigue despertando ternura, ese es el de su relación con Cayetano Rivera,el torero y padre adoptivo de Lucía. A él se refiere con palabras cargadas de cariño: "A Cayetano lo adoro y lo adoraré siempre". Estuvieron casados entre 2001 y 2004, y aunque la relación terminó, el afecto no. De su exsuegra, la inolvidable Carmina Ordóñez, tiene un recuerdo imborrable: "La morena más guapa que hubo en España".
Ahora, tras una década de retiro voluntario -"diez años en el monte", como ella lo llama-, Romero vuelve al set con otra mirada. "Pura sangre" marca su reencuentro con la televisión en un momento de serenidad personal. "Tenía miedo de volver, me fui muy cansada y quemada, pero estoy disfrutando muchísimo. Me siento querida y tengo tiempo para mí y para los míos", afirma.
Blanca Romero regresa con cicatrices visibles y un discurso sin pretensiones, pero lleno de verdad. Lejos del artificio, vuelve con la autenticidad de quien ha bajado al abismo… y ha elegido volver.