Joana Sanz ha vuelto a acaparar los focos y las portadas del papel couché tras anunciar al mundo la noticia más esperada: está esperando su primer hijo junto a Dani Alves. Un embarazo que se hace público apenas tres días después de que el futbolista haya sido absuelto de las acusaciones de agresión sexual, convirtiendo este giro del destino en un auténtico huracán mediático. La modelo, de 27 años, no tardó en compartir en sus redes un emotivo vídeo mostrando el positivo de su prueba de embarazo, abriendo así un nuevo y luminoso capítulo en su vida. En exclusiva para la revista «¡Hola!», confesó que recibió la noticia con lágrimas de felicidad, un bálsamo tras años de lucha y adversidad.

Ansiado embarazo

Sanz no está pasando su mejor momento, a lo que se suma la pérdida de su madre, la encarcelación de su marido durante un sombrío año, la implacable lucha por ser madre, enfrentándose a una batalla biológica que la llevó a dos FIV y tres pérdidas gestacionales. Como si todo esto no fuera suficiente, también ha tenido que lidiar con una endometriosis. Sin embargo, todo ello parecía haber quedado atrás con la llegada de este ansiado embarazo.

Pero cuando todo indicaba que la felicidad era su nuevo destino, la realidad irrumpió con otros planes. La canaria se ha visto arrastrada por una oleada de críticas, insultos y amenazas que han golpeado su tranquilidad con la fuerza de un huracán. El veredicto judicial en el caso Alves ha tenido un impacto colateral en ella, una sombra que no deja de perseguirla. Ha denunciado en sus redes sociales el alto precio que está pagando por compartir su vida con el futbolista, dejando entrever que su lealtad se ha convertido en una carga inesperada.

¿Debe Joana pagar el precio de su inquebrantable lealtad? ¿Es este el costo de perdonar una infidelidad y permanecer junto a alguien envuelto en el escándalo? La psicóloga y autora de «¡Ni un capullo más!», Lara Ferreiro, ofrece una respuesta contundente: «Ella tiene una personalidad bastante dependiente. La infidelidad nunca se acaba de perdonar del todo, pero en ningún caso debería recibir tanto odio». La experta insinúa que detrás de las críticas hacia Joana existe una profunda incomprensión: «La ven como una mujer sometida, no como alguien empoderado que ha tomado la decisión de perdonar», añade.

Centrarse en su bienestar

Ferreiro también destaca que este embarazo representa una oportunidad para Joana de redefinir su camino. «Necesita ignorar el ruido digital y centrarse en su propio bienestar. Es momento de proteger su voz interior y no sucumbir a la tormenta externa». En su opinión, la modelo ha heredado el odio hacia su marido y ahora debe lidiar con ello. «Muchos creen que sigue con él por dinero, lo que no solo invalida sus sentimientos, sino también su capacidad de decidir», sentencia Ferreiro, adentrándose en el eterno estigma machista que ha rodeado su relación con Alves.