Entrevista
Mónica Pont: «Podría haberme refugiado en las drogas y no lo hice»
Estrena «Sofocos IA», una comedia coral sobre ligar hoy en día , en un momento personal delicado
Mónica vuelve a los escenarios con «Sofocos IA», una comedia coral en la que cuatro mujeres reflexionan, entre risas y desahogos, sobre cómo se liga y se vive en la era de la inteligencia artificial. La actriz, que compagina este nuevo reto teatral con su faceta de colaboradora en Telecinco, afronta también un momento personal delicado, con tensiones familiares que han ocupado titulares en los últimos meses.
Vuelve al teatro.
Arrancamos en septiembre. Supongo que conoces las anteriores versiones de «Sofocos». Eran cuatro mujeres en escena, algo parecido a lo que fueron en su día «Los monólogos de la vagina». En este nuevo «Sofocos IA» hablamos de cómo la inteligencia artificial nos está afectando hoy en día, a todos, pero a la mujer en particular. Ahora todo pasa por lo virtual y ya no se liga de una manera natural.
¿Se ha llevado algún chasco así?
Yo estuve una vez en una red social que se llama Raya, que es la aplicación de citas exclusiva donde sólo aceptan a gente del mundo creativo o a perfiles muy reconocidos, incluso famosos. Allí están actores de Hollywood, como Ben Affleck o Charlize Theron, para que te hagas una idea. Lo especial de Raya es que está vinculada a tu perfil de Instagram: si no lo tienes verificado, no entras. Es muy discreta, muy controlada y, en ese sentido, te evitas chascos.
Y esta obra, «Sofocos IA», ¿va un poco sobre esa forma de ligar que se tiene ahora?
Sí, también. Mi personaje, por ejemplo, es más una MILF, una mujer a la que le gustan los chicos más jóvenes. Todo está contado en clave de comedia, con cuatro mujeres sobre el escenario, para un público que seguro se va a divertir y a sentir reflejado en muchas situaciones.
¿Seguirás en la tele?
Es un medio que te da promoción cuando estás en teatro. La gente en la tele te ve y luego van a verte. Siempre es promoción.
Y dispuesta a que te sigan cayendo chaparrones…
Al principio me afectaba mucho, porque yo me fui a México hace seis años con la intención de retomar mi carrera como actriz. Y allí me fue muy bien, hice seis telenovelas, dos películas y dos series para Netflix. Pero después sufrí un atraco muy fuerte. Además, estoy amenazada de muerte porque metí en la cárcel a la banda de los Rolex, que me mandó mensajes de que me querían matar. Nada más llegar, se murió mi perrita y al día siguiente de su muerte, mi hermana salió diciendo que yo había abandonado a mi madre.
¿Por qué esta inquina?
Mi madre tiene su pensión y no está tan mal, todo esto es un tema de dinero; mi hermana me pidió 50 o 60 mil euros para comprarse una casa y yo le dije que no, que pidiera un crédito, que yo no era su banco, y como le negué el dinero empezó a insultarme y luego salió en televisión.
Tú sostienes que tu hermana siempre te ha tenido celos, desde niñas…
Todo empezó cuando yo salí del núcleo familiar. Mi padre era un maltratador del libro, las tres fuimos maltratadas. Yo con 17 años empecé a trabajar de modelo y a viajar. Tuve el coraje de salir de esa familia tóxica y ella no. No me lo ha perdonado.
Tú no has repetido ese patrón familiar…
Tuve que trabajarme mucho interiormente. Él también fue un niño maltratado y repitió el patrón. Mi madre es una manipuladora, narcisista. Posiblemente también por lo que vivió, porque perdió una hija de 12 años de cáncer (mi hermana fallecida)… Y se convirtió en víctima y manipuladora. Mi hermana, lo mismo. Yo las he perdonado porque entiendo de dónde viene su comportamiento.
La relación con tu hijo, después de tantos años de turbulencias con tu ex, hoy es buena, ¿no?
Mi hijo hace tres años que bloqueó a mi madre y a mi hermana. Él está ahora en Fórmula 3. Es muy joven y pronto pasará a la Fórmula 2, si conseguimos patrocinio, porque esto cuesta mucho dinero. Mi principal apoyo soy yo misma. Mis amigos me dicen: «Mónica, te tienes a ti, y tú no eres poco». Yo podía haberme refugiado en las drogas, pero no lo hice. Me cuido, me quiero mucho, creo en mí. Tengo amigos de hace media vida que todavía conservo. A día de hoy puedo decir que estoy en paz.