Entrevista
Nacho García, de Nacha Pop: «Todavía duele la ausencia de mi primo, Antonio Vega»
El vocalista de la icónica banda sigue al pie del cañón, con tanta fuerza como la que tenía en los años que le llevaron a la gloria
Lleva más de 40 años sobre los escenarios y asegura que todavía le queda para rato. Nacho García, el vocalista de «Nacha Pop», tiene por delante un verano lleno de proyectos y conciertos, empezando por su actuación en Atardeceres Larios en Alicante. «Fue mágico, con ese punto único del sur de España, de la costa», cuenta a sobre esta experiencia que invita a vivir la vida.
¿Para usted qué es vivir la vida?
Es poder dormir en paz, llevarme bien con la gente y pensar que estoy dando todo lo que puedo a todos los niveles, profesional y humanamente. Es saber que estoy dando a la vez que recibo con naturalidad. La vida es estar sano, eso es fundamental, y saber sacarle el juguito en los momentos especiales. Cuando me preguntan por los años 80, me doy cuenta de que no lo saboreé bien de lo rápido que pasó todo. Ahora recuerdo cosas que en ese momento no vivía con intensidad. He aprendido que hay que saber saborear los momentos importantes de la vida, que a veces pasan desapercibidos.
¿Qué le ha quitado su carrera y qué le ha dado?
Me ha dado mucho amor. Tengo una familia muy especial que me cuida, me protege y a la que dedico todo el tiempo que puedo. También me ha dado la música, que ha sido mi gran novia, porque no es solo una forma de vivir, sino de entender la vida. Los músicos somos unos afortunados por tener esa herramienta acompañándonos siempre. ¿Qué me ha quitado? Pues no poder disfrutar algunos momentos por estar viéndolos muy intensamente. Me hubiera gustado saborear más la vida, pero, en general, las personas tenemos dificultades para saborear esos momentos.
¿Se sigue emocionando al subir a un escenario?
Es algo que he estado haciendo toda mi vida. Si logras conseguir un grupo compacto, con mucha solidaridad y colaboración con los miembros, es como si fuera tu familia. Pasas muchos horas con ellos y hacer piña ayuda muchísimo, así que cuando subo a un escenario la sensación es parecida a cuando tenía 19 años. Siento que me voy a comer al público, como si el público esperara de mí algo muy especial, e intento cumplir esas expectativas. Es un reto precioso que no cambia con los años, aunque hagas 40.000 conciertos.
¿Sigue doliendo la ausencia de Antonio Vega en el escenario?
Duele en el escenario, fuera del escenario y en cualquier lugar y momento. Más allá de su carrera, nosotros nos hicimos buenos amigos desde que aprendimos a caminar, así que te puedes imaginar que para mí era más que un compañero de banda. Yo siempre digo que está muy presente en nuestros conciertos. Es una persona que se le echa mucho de menos porque era muy particular y especial. Nos reíamos mucho juntos.
¿Ha sido difícil mantenerse en la música tantos años?
Hemos tenido mucha suerte porque, exceptuando el caso de antes, nos ha acompañado la salud, y sentirte joven cuando subes a un escenario facilita mucho las cosas. Es verdad que Nacha Pop es un grupo muy querido en este país y eso nos ha ayudado a tener en marcha el motor. Estamos muy contentos porque seguimos teniendo el cariño del público y nos ha facilitado mucho las cosas. No hemos tenido que pelear demasiado, tan solo centrarnos en hacer las cosas bien y darle al público la magia que se espera con nuestra música.
¿Es verdad que en la Movida había más libertad que ahora, como dicen algunos?
Es verdad que los de nuestra generación veníamos del final de una dictadura, entonces en la Movida daba la sensación de apertura gigante, de poder hacer cosas que antes no. Cuando llega un mínimo de libertad y se asienta, los pasos hacia más libertad se notan menos, pero todos los pasos son importantes. Es importante que no se detenga ese avance en libertades de la gente. Vivimos en un país en el que, a pesar de indeseadas excepciones, la gente puede expresarse libremente y ser quien quiera ser. Eso es intocable. No hay que ceder ante nada y seguir avanzando.
¿Qué más echa de menos de esa época y qué menos?
Pues es una mezcla de las dos. Echo de menos, hablando claro, salir cuatro días a la semana con mis amigos. Ahora lo hago de una forma más reducida, entonces echo de menos esa marcha pero, por otro lado, tampoco me apetece ahora. Es una sensación un poco rara porque lo más echo de menos es lo último que quiero hacer. También me gustaría mirarme al espejo y ver lo que veía hace 30 años y no ahora (ríe). Pero bueno, me queda mucha vida por delante y hay que sacarle jugo, hasta la última gota.
¿Qué le queda por hacer?
De momento nada, pero no descarto que ese sentimiento aparezca dentro de poco. He hecho muchas cosas, me he atrevido a hacer muchas cosas, he conocido a gente muy interesante, he actuado en sitios increíbles, he hecho televisión, radio, he hecho un reality, he escrito para prensa… Todo lo que me ha apetecido, lo he hecho.
¿Cómo se ve de aquí a 10 años?
En el mejor de los casos, haciendo una vida parecida a la que hago hoy, y con la energía suficiente para seguir adelante aunque ya tenga bastantes años. Espero seguir teniendo salud estabilidad emocional.
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