Crónica
Los sábados de Lomana: Relax e historia en el santanderino valle del Pas
"Un lugar para perderse y descansar trasladándose a otra dimensión de gran belleza. Desde este entorno idílico, les deseo a todos felices fiestas"
Me encuentro en pleno valle del Pas, en Santander, en mi querido norte. Hoy he visto un amanecer como hacía tiempo no recordaba. Entre la niebla que baja por la montaña como una nube de algodón se podía vislumbrar los verdes valles con los increíbles matices marrones rojizos y sepia del otoño, que ya van directos al desolado árbol sin hojas que imprime un cierto dramatismo escultórico al paisaje. En ese momento, percibí dos enormes naranjos repletos de esta fruta que me produjo alegría y constató una vez más que en el norte se dan muy bien naranjos y limoneros, esta fruta tan simbólica del Mediterráneo. Y es que llover sí llueve, pero estamos cerca del mar y la suavidad del clima nos envuelve y hace que se den bien estos frutales.
Estoy pasando unos días en el Palacio de Helguera. Un lugar acogedor y bellísimo, construido por uno de los muchos hombres que salieron del norte a buscar otra vida en Nuevo Mundo, aquí les llamamos indianos. Al volver triunfantes y con sus arcas llenas siempre, edificaban preciosas casonas palacio en sus pueblos de origen, donde se embarcaron en su día para probar suerte cruzando mares y llegando a tierras lejanas y desconocidas así demostraban su éxito y prosperidad. Es increíble y me hace pensar cómo es posible que aquí, sin ir más lejos en un pequeño rincón del Pas, existan palacios blasonados como este. Muy cerca del de Solanes, Barroco Rococó en estado puro, situado en Villacarriedo, que igualmente es una maravilla absoluta y, por cierto, que en su día conocí muy bien, ya que el palacio pertenecía a unos queridísimos amigos, los Fernández de Velasco, Fernando y Merche, que están siempre en mi recuerdo.
Tras conocer estos lugares maravillosos, pienso: ¿Dónde están esos aguerridos aventureros que, como el propietario de este Palacio Helguera, llegaron a ser cargos importantes en las Indias? En este lugar el dueño llegó a ser secretario del Virrey del Perú.
La historia de este lugar es fascinante. A finales del siglo XVII el Conde de Santa Ana de Las Torres ordenó la construcción de este palacio pensando al volver de América retirarse en el a descansar, pero desgraciadamente murió antes de verlo terminado. Ya entonces, destacó por sus cuatro fachadas de sillería y sus es sus escudos de armas en el Pórtico ante el que se extiende todo el valle.
En este momento, es un precioso hotel que se reabrió en 2021 como un palacio boutique antique, restaurante y wellnes de la mano de la interiorista Malales Martínez Canut, que pone, además, a disposición de los clientes una serie de piezas del palacio, porque el lugar es también un anticuario, una lonja que permite comprar parte de los objetos que aquí nos rodean. Tiene once preciosas habitaciones con historia y personalidad llenas de leyendas y nombres de antepasados. Un lugar para perderse y descansar trasladándose a otra dimensión de gran belleza. Desde este entorno idílico, les deseo a todos felices fiestas.
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