
Testimonio
Mónica Pont se abre como nunca sobre el infierno de su infancia: "Todas las noches había violencia"
La actriz asegura que su padre fue el culpable de las escenas de auténtico terror que ella y el resto de su familia sufrieron durante años en su hogar

El regreso de Mónica Pont a España ha vuelto a colocar a la actriz en el disparadero, aunque por razones que poco tienen que ver con su trayectoria profesional. Recientemente, su hermana Eva la acusó públicamente de haberse desentendido de su madre, ingresada desde hace tiempo en una residencia, a la que la artista ni siquiera habría acudido para visitarla.
Para más inri, su padre, Armando Sánchez, también entró en escena y habló de ella en términos muy poco agradables. “Mi hija es una falacia de persona, un conjunto de mentiras”, dijo en el programa “Fiesta” sobre el supuesto éxito que ha cosechado en México como actriz: “Por lo que tengo entendido allí ha pasado muchas dificultades también. Todo eso son castillos en el aire que se monta ella, porque nada de lo que cuenta es verdad”.
La infancia de "infierno" de Mónica Pont
Unas declaraciones que no sentaron nada bien a Mónica Pont, que ya avisó de que no pasaría por alto el ataque público de su propio padre: “Necesito tomar distancia para pensar qué es lo que voy a hacer y qué es lo mejor para mí, os lo contaré la semana que viene”.
La actriz ha respondido con su artillería más pesada, aireando trapos sucios familiares y desvelando el supuesto “infierno” que vivió durante su infancia, marcada, siempre según su testimonio, por innumerables escenas de maltrato.

“Cuando mi padre llegaba a casa era horroroso”, ha comenzado relatando en “TardeAR”, visiblemente emocionada y sin poder contener las lágrimas. Apoyándose en un diario que escribió de pequeña y que recoge algunos de esos terribles episodios, Pont ha dibujado un panorama desolador en el que la tensión se apoderaba de la familia en cuanto Armando entraba por la puerta.
“Muchas veces no cenábamos porque se nos cortaba el estómago. Mi hermana y yo nos levantábamos de la mesa y nos íbamos a otro lugar de la casa. Todas las noches había gritos y violencia física. Nosotras no queríamos sufrir”, ha revelado Pont, completamente desgarrada. Recuerda incluso una brutal pelea en la que su madre terminó con “las piernas rotas”.
No es la primera vez que Mónica Pont se sincera sobre la dura infancia que pasó no solo por culpa de su padre, sino también de su madre. “Lo único que quiere una hija es que sus padres la quieran, y a mí no me han querido, ni mi padre ni mi madre, y en algún momento lo contaré, cuando pueda contarlo”, advertía hace pocas semanas en el mismo programa, y añadía: “Qué triste que mientras mi hermana se estaba muriendo, ese señor (su padre) estuviera organizando fiestas en casa”. Parece empezar así una cruenta guerra familiar -y pública- que puede terminar muy mal para todos los implicados.
✕
Accede a tu cuenta para comentar