Cáncer

Sara Carbonero revela el emotivo regalo que recibió de Isabel Jiménez tras superar su tratamiento

La periodista recuerda uno de los gestos más íntimos de su inseparable amiga y socia, que hoy cobra aún más sentido

Sara Carbonero e Isabel Jiménez.
Sara Carbonero e Isabel Jiménez.@alex.varo

Hay regalos que no se compran, se sienten. Y otros, como el que Sara Carbonero recibió de Isabel Jiménez en 2019, se escuchan. En un post reciente con motivo del apagón que ha devuelto el protagonismo a radios y transistores, la periodista ha desvelado uno de los momentos más íntimos de su vida: el día que terminó su tratamiento oncológico y su mejor amiga apareció con una caja enorme envuelta con mimo... y con alma.

Dentro, una radio antigua y tres cintas de casete grabadas por la propia Isabel. En ellas, su voz le susurraba fuerza, calma y luz en los días más oscuros. "Me dormía escuchándola. Me daba paz", confiesa Sara, quien tardó meses en poder escucharlas enteras. Porque no eran solo palabras: eran salvavidas.

Recuerdo agridulce

La historia no termina ahí. Isabel le impuso a su amiga una tarea: grabar sus propios pensamientos en cintas vírgenes. "Era una forma de tener la mente ocupada, de enfrentar lo que venía con otra energía", explica Carbonero. Esas grabaciones siguen guardadas. Nunca las ha vuelto a oír, pero sueña con el día en que las compartirá con sus hijos. "Ese recuerdo agridulce se convertirá en uno de los más bonitos de mi vida", asegura.

Sara Carbonero e Isabel Jiménez
Sara Carbonero e Isabel JiménezGtres

La complicidad entre ambas ha trascendido la esfera privada. Comenzó en los pasillos de Informativos Telecinco y hoy es también una alianza profesional con su firma de moda sostenible *low Love. "Diez años desde aquella idea loca soñada entre bandejas del comedor de la tele", escribió Sara hace poco, celebrando la década de un proyecto que, como su amistad, ha resistido los embates de la vida.

Porque en lo personal también han estado -y siguen estando- codo con codo. Cuando Isabel Jiménez recibió el Premio Ondas a Mejor Presentadora, Carbonero se deshizo en elogios: "No conozco a nadie que ame más su profesión". Y esa admiración, lejos de ser de cara al público, es real, tejida entre confidencias, gestos y radios con alma.

"Es capaz de remover cielo y tierra para sorprenderme", escribe Sara. Lo de los mariachis en el hospital quedó como anécdota. La comida mexicana, en cambio, sí llegó: entre tacos, música y lágrimas, la vida se abría paso.

Porque hay amistades que no se miden en likes ni titulares. Se miden en cintas, en voces que acompañan cuando el mundo se desmorona. Y en radios que siguen sonando seis años después.