Música

Música

La campaña de Michelle

Es uno de los pilares del Gobierno demócrata. La primera dama celebra su cumpleaños en la cumbre del éxito y la popularidad y reivindica el lema «fifty and fabulous» («con 50 años y fabulosa»)

La campaña de Michelle
La campaña de Michellelarazon

A pesar de que la primera ministra danesa hizo desempolvar por un momento su peor imagen –para los anales quedará el famoso «selfie» de Barack Obama y Helle Thorning-Schmidt en el funeral de Mandela mientras las cámaras recogían el gesto torcido de la «first lady» de EE UU–, Michelle se ha convertido ya en uno de los puntales del presidente demácrata y su popularidad es uno de los principales filones políticos del mandatario. La primera dama ha sabido darle un giro de 180 grados a su imagen y de aquella mujer tosca, amargada y excesivamente seria que, según la malicia de sus detractores, parecía ser cuando su marido era todavía candidato a la presidencia, seis años después Michelle celebra el medio siglo en la cumbre del éxito y bañada por una lluvia de confeti en forma de alabanzas y felicitaciones. Y es que, además de poder presumir de unos índices de aprobación del 65% –lo que la sitúa 20 puntos por encima de su marido–, según un reciente sondeo publicado por la encuestadora Gallup, es ya la tercera mujer más admirada por los estadounidenses, sólo superada por la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, y la presentadora Oprah Winfrey. Eso sí, Michelle está por delante de estrellas como Angelina Jolie y activistas como la joven paquistaní Malala Yousafzai. El lema, como la propia Michelle ha reivindicado es: «Fifty and fabulous» («con 50 años y fabulosa»), por lo que la esposa de Obama no ha tenido ningún reparo en mostrar lo orgullosa que está de haber ingresado en la célebre American Association of Retired Persons (AARP), una asociación para quienes han rebasado la barrera del medio siglo: «Emocionada por unirme hoy a Barack en el club para mayores de 50... ¡Mirad mi tarjeta de la AARP!», escribía divertida en su Twitter. Y es que, mientras algunos destacan el deterioro físico de Obama –la leyenda dice que un político envejece en un año lo mismo que una persona normal en tres–, Michelle abandera a esa nueva generación de cincuentones que se niegan a dejarse vencer por la edad. Y menos teniendo cerca aliados tan efectivos como el bisturí: «Ahora mismo no me lo imagino [someterse a una operación de cirugía estética], aunque en la vida he aprendido a nunca decir nunca», confesaba hace unos días la «firts lady», quien defiende «que las mujeres deben tener la libertad de hacer lo que necesiten para sentirse bien consigo mismas». Y lo que Michelle opina, hace y viste es susceptible de convertirse en un auténtico furor. Para ejemplo: el de sus esculpidos brazos. Según los datos de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, el 31% de las mujeres admiran las tonificadas extremidades de la primera dama, que supera a actrices como Jennifer Aniston o Demi Moore. En cuanto al estilo de Michelle, si bien es cierto que se ha mitifcado su papel como impulsora de los diseños «made in USA» –algunas de sus predecesoras en la Casablanca apoyaron también este sector–, según los cálculos del Harvard Business Review, la esposa de Obama puede hacer incrementar las ventas de una firma en unos 15 millones de dólares (unos 11 millones de euros) sólo vistiendo una de sus prendas

Y lo que el cuerpo le pedía –tras pasar el día de su cumpleaños junto a su familia– era celebrar el paso a los 50 con una fiesta por todo lo alto en la Casablanca. A la distendida cita, que Michelle ha popularizado como «Snacks & Sips & Dancing & Dessert» («Aperitivos & traguitos & baile & postre»), había que acudir «comidos» y con «calzado cómodo», sin olvidarse de «practicar en casa sus movimientos de baile», algo indispensable para evitar absurdas lesiones, máxime si se confirma que la banda sonora correrá a cargo de Beyoncé, una de las artistas favoritas de Michelle y sus hijas. La presencia de Jay-Z, marido de la cantante, en la ciudad, ha hecho disparar los rumores sobre la posible actuación de la intérprete de «Crazy in Love». Pero, de momento, pocos detalles han trascendido, aunque muchos ayer, como en aquella canción de Mecano, soñaban con colarse en la fiesta de la primera dama.

Lluvia de tuits

La primera dama, que goza de una gran popularidad en las redes sociales, ha recibido numerosas felicitaciones en las redes, entre ellas, la de Bill Clinton y Samantha Power, embajadora estadounidense de la Naciones Unidas, quienes agradecieron sus iniciativas para mejorar la salud de los más pequeños.